Un tótem. Una figura mayúscula, de esas que siempre lucen impolutas y firmes. La industria de la televisión sintió un sismo con la información vertida en Intrusos, la que refiere a un supuesto juicio millonario que emprendió Bebe Contepomi contra Artear.
El ciclo de América se lanzó a describir un panorama muy sensible, que referiría a una iniciativa del periodista de desvincularse de eltrece y TN a cambio de una suma resarcitoria que incluye un dineral, a tal punto que en el programa de Flor de la V aseguraron rondaría los tres millones de dólares.
La panelista Karina Iavícoli, recientemente incorporada al staff, tomó la lanza para narrar la problemática y sostuvo: "Llamó mucho la atención porque uno lo veía súper instalado en El Trece y TN. De un día para el otro decidió romper la relación contractual que tenía con el canal".
En ese contexto de un tratamiento hondo de los datos, de esta supuesta ruptura de un lazo profesional de décadas, la comunicadora específicó el monto: “Él mandó una carta documento por cifras astronómicas. 150 millones de pesos me dicen a mí. A Guido, le hablan de 3 millones de dólares".
Desde la tranquilidad de la costa atlántica, Bebe se hizo eco de los rumores, de esta teoría de un desenlace peliagudo y espinoso de su trabajo en el grupo de Constitución y decidió escribir en su Twitter, y también en su Instagram, unas líneas a modo aclaratorio.
El afamado, y querido, especialista de la música redactó su alegato: "Me están preguntando por un supuesto juicio millonario a TN. No inicié ningún juicio de ningún tipo. Hasta la semana pasada seguí haciendo La Viola y yendo a Telenoche y acá estoy a disposición".
Para cerrar su discurso, Contepomi aseguró: "Los que me conocen saben que odio los conflictos y voy de frente para resolver los problemas". Más allá que sonó a una desmentida rotunda, la configuración de su mensaje invita a cierta confusión.