Wanda Nara viajó Turquía a fin de que sus hijas, Francesca e Isabella, fruto de su relación con Mauro Icardi, se reencuentren con el jugador de fútbol después de largas semanas sin verse. El abrazo entre las nenas y el deportista quien está ejerciendo en un club local, se dio en el dúplex donde está viviendo él.
En la afamada torre Istanbul Sapphire, en pleno corazón de Estambul, Wanda llevó a las nenas y también a dos de sus tres hijos varones con Maxi López, porque Valentino se quedó en Argentina ya que está empezando a jugar para las inferiores de River Plate, motivo por el que la mediática se volverá a unir con Eva Anderson y en el volverse a ver, se estrecharon en un amoroso abrazo.
Y esa imagen, en el pasillo del departamento de dos platas que actualmente ocupa Icardi y que está separado del piso de la casa, en el mismo edificio donde vive Nara, se observó un singular objeto que decora la propiedad que alquiló la propia empresaria, cuando ya llevaban algún tiempo separados y la idea era, justamente, que tanto Mauro como ella siguen sus caminos de vida sin la compania del otro.
Pero, al parecer, entre tanto glamour, con una imponente vista que promueve el ventanal del lugar con la vista a la gran ciudad, Icardi sigue sin "soltar" a Nara y eso es lo que, tal vez, ella quiso dejar en claro. porque fue la propia Wanda quien posteo una historia con la imagen del reencuentro familiar en la casa de Icardi donde, de fondo, se ve un llamativo cuadro.
El detalle kitch que el delantero colgó en su living se trata de una pintura hecha a mano que recrea una foto que hicieron con Wanda para una producción fotográfica en los tiempos en que la pasión estaba todavía instalada en la pareja y que data a los primeros tiempos tras el escándalo del WandaGate.
Y, al parecer, Mauro se resiste a deshacerse de la imagen que la propia Wanda habría hecho colgar cuando se concretó la mudanza tras la salida del deportista del PSG, el equipo francés en el que estuvo jugando hasta el traslado a Turquía.
Y que está incluido en el dúplex con más de cinco dormitorios, por el que el club paga 25 mil dólares por mes). Y que se trata de un dos ambientes en el que duerme y recibe las visitas de sus hijos, quienes siguen durmiendo con el futbolista.
El excéntrico edificio donde vive Icardi y ahora, también, pasa sus días Nara, tiene jardines privados en los balcones de las unidades más caras (que cuentan con un aparato que regula la temperatura), un campo de mini golf con vista al Bósforo y una pileta climatizada de importantes dimensiones.