La gala de eliminación de la noche del 5 de febrero se vivió con muchísima tensión en la casa Gran Hermano, al quedar conformada una placa fuerte que dejaba en la cuerda floja a Julieta, Marcos, Nacho y Ariel.
Marcos fue el primero en enterarse de que se salvaba de dejar el juego. Con un bajísimo porcentaje de votos, el salteño se emocionó cuando Santiago del Moro le anunció que podía ir a desarmar su valija. Luego fue el turno de Nacho y, finalmente, Julieta y Ariel se enfrentaron en un mano a mano.
Luego de minutos de muchos nervios al aire, Julieta pudo respirar tranquila: el “supremo” se pronunció y, finalmente, decidió dejar afuera al parrillero de Berazategui, que se fue del reality con más del 55 por ciento de los votos pero, antes de partir, tuvo un asqueroso gesto con Marcos.
Aliviada con el resultado final, una de las primeras cosas que hizo Juli cuando se relajó y terminó la transmisión de Telefe fue acercarse a la cocina, donde estaba Marcos Ginocchio, y festejar con él la doble victoria: seguirán juntos, al menos, una semana más.
Entonces, encendiendo todas las fantasías de quienes desde un primer momento los quieren ver emparejados, Julieta Poggio lo tomó de la cintura, lo abrazó y exclamó, feliz, su desahogo: “¡Ay, primo!”.
Cabe destacar que, poco antes de la gala, Julieta decidió encarar a Camila sobre su relación con Alfa, día a día más cerrada y extraña. "Camila, veo que Alfa te dice mal las cosas, le molesta lo que hacés. Yo veo eso de él con vos", le dijo, aunque ella aseguró no darse cuenta.