Es lógico. Cuando se habla de “los que menos tienen”, la sensibilidad y el compromiso llevan a dirigirse al dormitorio y a la cocina. Zapatillas en desuso, ropa de abrigo y frazadas, además de alimentos no perecederos, van a un bulto listo para embalar. El costado solidario de los argentinos es característico, pero a veces lo material no es tan necesario. Detrás de las rejas se tiene aún menos, pues aparte de las carencias propias de indumentaria o comida, falta lo más importante: la libertad. Sin ella, nada tiene sentido, prácticamente. Y al margen de la discusión eterna que se genera sobre el tema de los presos, generalizar siempre es un error.
En Ezeiza, donde se encuentra la denominada “Cárcel de mujeres”, Martina Gusman vuelva su volumen de beneficencia desde otro aspecto. Sin la necesidad de llevar paquetes de yerda y artículos de limpieza para las internas. La actriz les ofrece lo que mejor saber hacer.
“Coordino un taller. Es de adquisición de habilidades sociales para gente que está en el último tramo de su condena, a punto de salir en libertad. Es un poco ver qué pasa con la reinserción social, con el arte como disparador. Son distintos disparadores artísticos que van provocando reflexiones sobre el afuera. La verdad es que me tiene súper entusiasmada, estoy muy contenta”, contó Martina, que dicho sea de paso está muy cerquita de recibirse de psicóloga.
"ME TIENE MUY ENTUSIASMADA LO QUE HAGO. ESTOY CONTENTA CON ESTA CHANCE", RECONOCIO MARTINA, QUIEN SE ESTA POR RECIBIR DE PSICOLOGA.
Nada es casualidad. Precisamente, si bien como a toda futura profesional de esa rama le viene bárbaro ir conociendo casos e historias de vida, con su taller Martina colabora a la reinserción, tal vez lo que más le cuesta conseguir a las mujeres que salen de cumplir una condena dentro de un calabozo.
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Aparte, la actriz hoy brilla en El Marginal, lo cual además de familiarizarla con el contexto, aunque sea desde la ficción, le permite enriquecer su mirada actoral sobre lo que representa estar ahí adentro.
“En el penal son todos fanáticos de El Marginal, absolutamente todos. Obviamente, lo incluí dentro del taller. Lo que hice en el primer día de presentación, una de las temáticas que quería trabajar era la discriminación, la autodiscriminación y la estigmatización”, agregó Martina, “Ema” en la serie y una verdadera abanderada de la solidaridad con los que verdaderamente “más necesitan”.
