Sin dudas que de todos los eliminados de Gran Hermano, Coti es una de las participantes que más aceptación tiene en el público por haberse mostrado genuina y jugadora a la hora de afrontar el reality.
Nunca escondió nada al momento de pensar estrategias y siempre confío en su intuición, aunque que cuando fue a placa, allí el voto popular fue implacable y quedó prontamente eliminada para desazón de muchos.
El otro que quedó eliminado también fue el Conejo, unas semanas después de Coti, su novia y ahora ambos afianzan su relación por fuera de la casa más famosa del país. Ambos están viviendo en Buenos Aires, más precisamente en Capital, pero por separado.
La joven correntina contó por twitter que se había mudado en Buenos Aires para poder avanzar con algunos proyectos personales, aprovechando la fama que le dio haber sido parte del reality de Telefe.
Para anunciar su llegada a la gran ciudad fue escueta y también suspicáz para esgrimir un sólido: "Ahora sí, nos mudamos". El plural dejó en evidencia que no lo hacía solo y entonces el Conejo era quien la iba a acompañar, pero no.
Un seguidor le comentó al pasar: "medio apresurado", entonces ella rápidamente le indicó su error y respondió: "No estamos en el mismo departamento". Efectivamente Coti alquiló un mono ambiente en el octavo piso, mientras que el Cone vive en el sexto piso del mismo edificio.
En A la Barbarrosa, la correntina mostró su departamento con lujos de detalles y allí dejó al descubierto sus gustos peculirares. El departamento es bien iluminado con tonos blancos, una cocina integrada con un desayunador en L conectando con el living.
Un detalle fuerte de la decoración de Coti fue la excesiva presencia de peluches en todo el departamento. De todos los tamaños habidos por haber adornaron la casa, además de un altar de fotos de todos sus familiares, hasta de ella misma en gigantogafría. Gustos son gustos y entonces objetar ya pasa a un segundo plano.
