En su ínfima estadía en la casa más famosa de la televisión argentina, Martina Stewart se las ingenió para trascender, aunque no por su juego, sino por sus declaraciones controversiales, esas en las que se admitía homofóbica y con las que navegó por el ojo de la tormenta.
La joven duró un suspiro en Gran Hermano, no supo ejecutar con inteligencia su estrategia y sus compañeros la eliminaron rápidamente. El mayor rebote mediático se produjo con su salida, porque la investigaron sobre esos dichos hirientes, como su opinión desagradable de Flor de la V.
Hace un tiempo que la profesora de educación física nadaba por la intrascendencia, más allá de una pelea con Juan por un evento que realizaron en Uruguay. Hasta que en las últimas horas estalló un escándalo mayúsculo, que refiere a su vida íntima y personal.
Resulta que revelaron que Martina le fue infiel a su novio, pero no solo eso, sino que lo engañó con su cuñado e incluso en un ambiente de la casa familiar, mientras su pareja se encontraba en un dormitorio. Una historia impresionante, que suena a escrita por un guionista malvado.
Todo este entuerto lo reveló Juan Etchegoyen, que en su Mitre Liva contó: "Ella está saliendo con Uriel De Martini y su ex es Rafael De Martini. Él está devastado, lo peor de todo es que se enteró de esto por las cámaras de su casa. Vio chapando a su novia con su hermano en la cocina mientras él se encontraba en su habitación".
Para aportar más sustento a todo este accionar espurio de Stewart, el periodista consiguió un prueba innegable, dado que accedió a unas fotos de la ex participante del reality a los besos con el hombre que era su cuñado y con quien ahora se entrelazó en un noviazgo.
En las imágenes se percibe con notoriedad, una extrema claridad, a Martina envuelta en un chape amoroso con Uriel en un restaurante. Así ya no hay espacio para las dudas, para las desmentidas o las justificaciones. Evidentemente, una familia se rompió, dos hermanos ya no podrán compartir nada y prácticamente se convirtieron en enemigos.