Revolucionó la dinámica de la casa, incluso lo señalaron como culpable de traficar información del exterior, se emocionó, conmovió a su hijo, actuó de sostén para otras participantes. El padre de Nacho no pasó desapercibido por Gran Hermano y se convirtió en un personaje per se.
Rodolfo causó un sinfín de efectos colaterales con su verborragia y esa fascinación por las cámaras, merced a su oficio como actor. Sin embargo, uno de los ejes que causó polémicas se centró en su modo de hablar, ese acento tan particular y singular.
Muchos fanáticos lo consideraron culpable de impostar una tonada española y se viralizaron videos en los que se lo percibía mucho más argentino en su cadencia. Así lo criticaron de trucho, de acudir a una artimaña. Una serie de recriminaciones fortísimas.
El papá de Nacho rompió con el silencio y salió a confrontar esos cuestionamientos en su visita a LAM. Ahí, en el piso del programa de Ángel de Brito explicó su verdad, cantó las cuarenta y no se guardó nada bajo la manga para destrozar a los haters.
EL PAPÁ DE NACHO REVELÓ LA VERDAD DE SU ACENTO "GALLEGO"
El conductor de América fue directo, conciso y disparó: “¿Tu acento es trucho? ¿Sos un gallego trucho? ¿exageras el acento?”. Así se produjo la réplica de Rodolfo para derribar el mito: “No soy un gallego trucho, no exagero. Nací en Montevideo, años después me fui a vivir a España, empecé a estudiar teatro y empecé a hacer dicción castellana para poder actuar allá”.
En la continuidad de su explicación, el familiar de Nacho añadió: “Fueron muchos años aprendiendo dicción castellana, treinta y pico de años viviendo en España, me vuelvo a Sudamérica, y estoy en Uruguay hace seis años y obviamente que el acento se va y viene”.