Luego de 20 años en pareja con el periodista Alexis Puig, con quien formó una familia y tuvieron hijos en común, la ex panelista de Bendita junto al cinéfilo anunciaron públicamente que, tras varios intentos por mantener la unión, decidieron separarse de la mejor manera.
“Pasó todo. Eso fue en diciembre de 2002, en España. En marzo yo ya estaba en Buenos Aires, casándome con él. Fue una explosión y un replanteo... No sé, algo me estaba pasando. Tenía 29 años. La pandemia me pasó por arriba. La pareja estaba en meseta total. Veinte años juntos, ya no había mucho para contarnos, ni para decirnos”, contó la Gallega a poco de emprender el divorcio.
En su momento, Lola agregó “Éramos muy compinches, muy compañeros, siempre hemos compartido todo y lo que nos pasó es lo que les pasa a un montón de parejas. Llega un momento en que todo funciona perfectamente desde lo cerebral y lo práctico pero a la hora de lo romántico ya no pasa más nada. Y empecé a madurar la idea de que no iba más, que no quería estar más”.
Y así, con la decisión tomada y emprendiendo cada uno un camino por separado, pero con hijos en común, la panelista de Todas las tardes, el ciclo que conduce Maju Lozano por El Nueve, también decidió dejar atrás sus 16 años trabajando con Beto Casella.
LOLA CORDERO CELEBRÓ LA DISOLUCIÓN DE SU MATRIMONIO CON ALEXIS PUIG
Con el correr de los meses y sin que pase mucho tiempo desde que anunciaron la separación, Alexis Puig volvió a mostrarse en pareja. Y si bien no sucedió lo mismo por el lado de Lola, la comunicadora supo lanzar: “Estoy soltera, no sola’. La estoy pasando bárbaro, les aseguro. No se preocupen por mí”.
Pero fue en los últimos días que Cordero vivió un momento muy importante y bisagra en cuanto a lo que fue su matrimonio con Puig. Es que luego de esperar el trámite correspondiente e intentar llegar a un acuerdo con su ex, finalmente le salió el divorcio a la gallega.
“Celebrando el fin de una etapa conmigo misma. Divorciada y con las cuentas claras”, escribió Lola sobre una foto de ella con un cuaderno, una lapicera… y un vaso de cerveza. Lista para empezar a escribir una nueva historia!
