Camila Lattanzio entró a Gran Hermano en el repechaje, y más allá de que no fue una de las jugadoras que estuvo desde el inicio, no pasó desapercibida y deja bien marcada su huella.
Dueña de una energía revitalizadora para la casa, de un carisma y una simpatía propia que la diferenciaba de otros participantes y de una buena onda que siempre se pudo apreciar cautivó al público llegando a estar entre los últimos cinco jugadores.
Si bien dentro de la casa le costó adaptarse al resto de los competidores, encontró su refugio en Walter Alfa Santiago, con quien vivía muy de cerca en una relación que ambos caratularon como de padre e hija.
Cuando Alfa salió de la casa le costó un poco despegar su imagen de él con los otros jugadores, pero terminó manteniendo una buena relación con el resto. Menos con una, a la que no quiere ni siquiera invitar a su cumpleaños.
Y hablando de relaciones, con el que se veía que ella quería tener una relación pero quizás más allá de la amistad fue con Marcos Ginocchio, el hombre predilecto del reality de Telefe, quien cautivó al público por su belleza física, pero también por su personalidad pura, sincera, relajada y transparente.
En torno a eso, Lattanzio estuvo presente en el debate de los ex con la conducción de Robertito Funes, quien le arrojó un picante comentario: “¡Ay, Camila! La remaste, la remaste, pero no pasó nada con Marcos”.
EL AMOR DE CAMILA A MARCOS EN GRAN HERMANO
Ella le respondió: “Nunca tiré onda como tenía que tirar. Yo así no tiro onda”. Entonces, siguiendo la réplica, el conductor le volvió a consultar: “¿Cómo tirás onda? ¿En qué fallaste, por ejemplo?”.
“Yo, cuando te tiro onda, tal vez inconcientemente te agarro la mano. Giladas así. Pero yo nunca hice eso con Marcos”, le reveló Camila.
En cuanto a su opinión sincera de que sintió por Marcos y que le apreció, ella explicó: “Es re lindo. Nunca se dio ese pie a nada. Yo realmente dije que me parecía lindo. Pero una cosa es que te parezca lindo y otra es activar. Si eso era chamuyar para la gente pero, realmente, yo soy cero chamuyo”.
Por último, habló de que quizás le faltó estímulo para arrancar y dijo con su simpatía característica: “Si no tomé ningún trago, soy re copada pero no te doy un beso ni a palos. Pero bueno, si estoy en pedo puede pasar otra cosa”.