Si bien siempre fue visto como el chico perfecto, el yerno ideal, el joven correcto, respetuoso y aplicado dentro de la casa de Gran Hermano, finalmente fue el propio Marcos quien reveló el verdadero secreto detrás de su personalidad y su forma de ser.
Suele decirse que no todo es lo que parece, y detrás de todas las cualidades con las que se definió e identificó al salteño hay un chico con una historia de vida y una dura lucha por salir adelante de una enorme depresión. Pero si bien pasó 5 meses y 10 días encerrado, el primo nunca habló al respecto en profundidad con sus compañeros.
Sin embargo, sentado en el banquillo del estudio de las galas, y ante la mirada crítica del panel del Debate, Marcos abrió su corazón y contó su verdadera historia, esa que sorprendió y emocionó a todos, luego de que Marisa Brel le preguntara qué esconde.
“Hubo una etapa de mi vida que no estaba bien me sentía en un pozo del que no podía salir. Tenía 14 años, fue un poco antes de la separación de mis padres. No veía salida. Sin Dios no hubiese salido de ese pozo”, comenzó Marcos con su voz suave y pausada.
TRAS GANAR GRAN HERMANO, MARCOS COMPARTIÓ SU DIFICIL ADOLESCENCIA DE ANGUSTIA Y DOLOR
A lo que Robertito Funes lo interrumpió: “¿Buscabas ayuda en esa depresión?”. Retomando con su relato, el gran ganador de la edición 2022 de Gran Hermano sumó: “No me daba cuenta, pero hacer deporte me ayudó y lo superé. Tuve varias conversaciones (en la casa) y me aferré a Dios porque sin él no hubiera salido nunca de ese pozo y él me señalizó el camino para salir”.
“Tenía muchas cosas, varias cosas que me fueron influyendo y que estuve mal”, aseguró Marcos reconociendo, incluso, que algo de eso comentó durante una conversación que mantuvo con La Tora. Asimismo, explicó: “No era anorexia. No podía digerir la comida, por nervios y por un montón de cosas. Fueron varios años complicados”.
