El miércoles 5 de abril los participantes de MasterChef debían enfrentarse al reto más duro hasta el momento, cocinar pescado. Al ver que les costaba más de lo normal, Germán Martitegui se acercó a la estación de Candelaria y le enseñó cómo hacer trampa.
El desafío del día consistía en trabajar con pescado, pero no solo eso, sino que todo se complicaría cuando les anunciaron que debían basar sus platos en uno de los siete pecados capitales. Obviamente no era a elección personal, sino por cuestiones del azar.
A Cande le tocó gula, por lo que claramente debía cocinar abundantemente. Sin embargo, le costó tanto limpiar y dejar listo el pescado que el tiempo se le estaba por acabar, y peor aún tenía que repetir el mismo proceso con otros productos de la misma especie.
Fue en ese instante que el jurado la observó y la notó agobiada, con pocas ideas para poder solucionar el problema, por lo que se compadeció de ella. Le dio un gran consejo para que pudiera cumplir con el horario de entrega estipulado, por lo que la concursante se lo agradeció con la vida.
EL CONSEJO POCO ÉTICO QUE GERMÁN MARTITEGUI LE DIO A UNA PARTICIPANTE DE MASTERCHEF
"Para mí gula tenés que hacer todos los pescados, un montón. Una parva", aconsejó Germán, a quien todos consideran como el jurado malo del reality de cocina, pero que en ocasiones muestra su bondad. "Tengo que hacer cantidad, tengo cuatro pescados, pero no sé si llego...", le expuso Sorini.
"No llegas. Pero, ¿sabés lo que podemos hacer? Estos -señaló a los pescados que faltaban por limpiar y dejar a punto- ponelos abajo y no le saques la espina. Es para que hagan un montón. Nosotros vamos a comer los de arriba. Abajo no hace falta que los hagas tan prolijos", señaló Martitegui.