Bien es sabido, sobre todo para los miles de fanáticos que durante todos estos años se convirtieron en fieles seguidores de El Club del Moro, el exitoso ciclo radial que se emite en la primera mañana de La 100, que la base del formato son las historias de vida y anécdotas de cada uno de los que integran el programa.
Y fue en ese contexto que una vez más Santiago del Moro, dejando de lado la formalidad y rol de conductor y mediador, expuso algunos detalles que hacen a su vida privada, esa que desde siempre eligió resguardar y mantener lejos de los medios y la exposición.
Todo comenzó cuando plantearon en la mesa el tema de aferrarse a prendas o cosas con las que si bien ya están viejas y desgastadas aún siguen siendo elegidas para su uso y destacaron el hecho de que eso no debería molestarle al otro si, total, el que las usa es que se siente bien con ello.
Enseguida fue Maju Lozano quien se puso como ejemplo compartiendo al aire algo que le sucedió recientemente en su casa cuando su hijo le preguntó que era una bolsa que se asomaba de un cajón y explicó: “Le dije que era su buzo, uno que ya estaba gastado. Y él me dijo que le gustaba. Debería haberle preguntado. Ahí como que te replanteas”.
DEL MORO MANIFESTO SU ANGUSTIA POR PERDER SU PAR DE MEDIAS PREFERIDO
Fue entonces que, sintiéndose identificado con el menor, del Moro interrumpió narró su propia experiencia. Retractándose y reconociendo por sobre todas las cosas que no reaccionó bien en su momento, el conductor de Gran Hermano contó cómo fue en su caso el momento en el que se deshicieron de una de sus prendas favoritas.“
"El otro día fui a buscar un par de medias me re gustan y cuando voy al cajón no estaban. Entonces, cuando pregunte me dijeron que las habían tirado porque ya no daban más. Me enojé porque eran mis favoritas, esas que te agarran, incluso ya estaban agujereadas”, detalló Santi quien se mostró sensibilizado por el hecho de que ya no tiene ese par que tanto le gustaba.