Para ser sinceros, el romance entre Celeste Cid (34) y Michel Noher (35) sorprendió a más de uno. A los dos los une un comportamiento similar en su relación con la prensa. Difícilmente lo cuenten o se refieran a cuestiones vinculadas a su vida privada. Tienen ese perfil, tal vez por eso convinieron en mantener en secreto no solamente el romance, sino también el comienzo del embarazo, que se efectivizó al poco tiempo de empezar a salir. Una vez que nació Antón, el 13 de octubre de 2016, la pareja decidió aumentar el acercamiento conyugal y tratar, en lo posible, de criar al bebé de una manera más convencional, es decir viviendo juntos o por lo menos compartir el mismo techo con una frecuencia más repetida. Si bien jamás terminaron de darle forma a una convivencia lisa y llana, Celeste y Michel fueron perfilando sus rutinas como un típico matrimonio, durmiendo en la misma cama únicamente cuando los compromisos laborales de cada uno lo permitieron y el deseo de verse, por supuesto, así lo reclamó.
Con estas particularidades, ambos fueron formateando un modelo familiar a su medida: sin protocolos y esperando que el destino señalizara el camino, indicando el momento exacto de anclar definitivamente en un sitio común, ya como compañeros de vida. Así fueron transitando el camino desde la llegada del bebé, que en el caso del actor representó su estreno de la paternidad, mientras que para Celeste fue su segundo varón, teniendo en cuenta que ya es mamá de André (13), fruto de su pasado sentimental con Emmanuel Horvilleur (43), ex integrante del grupo musical Illya Kuryaki and The Valderramas. Luego de separarse del padre de su hijo mayor, Celeste vivió la que probablemente haya sido su etapa más oscura. Como artista y como persona, pues además de perjudicarla en todo lo relativo a su salud, sus adicciones también dañaron su costado económico, ya que los especialistas en la rehabilitación le recomendaron internarse, con todo lo que eso implica desde el punto de vista laboral. Enferma y sin trabajo, la actriz tuvo, afortunadamente, el apoyo de sus seres queridos, que se hicieron cargo de los gastos y le dieron una mano para salir adelante. Una vez recuperada, dispuso de una serie de permisos para ir saliendo por uno o hasta dos días de la clínica, con el objetivo central de que fuera retomando contacto con el mundo exterior y compartiera más tiempo con sus afectos. Una vez que recibió el alta médica, paulatinamente su vida fue dando un vuelco.
La convocaron para ser parte de una novela que terminó siendo un éxito en El Trece, como Las Estrellas, y en forma paralela se puso de novia con Michel. Más adelante llegó Antón y posteriormente la calma que tanto anhelaba después de sufrir tantos tropezones. Parecía que todo saldría redondo, pero no. Luego de aproximadamente dos años y medio de relación, Celeste y Michel se habrían separado. Algunos hablan de crisis terminal en la pareja. Otros son más tajantes: “Ya no se siguen ni en Instagram”, recalcan. De un modo u otro, lo cierto es que los papis de Antón habrían tomado cada uno un rumbo diferente. Una noticia que sorprende, como el inicio mismo de esta historia de amor que, de acuerdo con los rumores, acaba de concluir.
La actriz está recientemente separada
Los días en soledad de Celeste
