Sabrina Rojas se animó a hablar de todo. Fiel a su estilo, hoy con una personalidad mucho más relajada y mucho más libre, se refirió incluso a su actual relación con Luciano Castro, su ex. Todo esto se dio con Fer Dente como interlocutor en América.
Sabrina está experimentando tiempos de cambios por estas semanas. Desde que explotó el conflicto con el Tucu López, de quien se habría distanciado por el coqueteo de quien fuese su última pareja con una joven en Córdoba, intentó tomarse un respiro y seguir adelante su vida por vuelo propio.
Pero también es un momento dentro del cual viene siendo muy consultada sobre el presente de Luciano, que además de ser su ex también es el padre de sus dos hijos. Recordemos que ambos estuvieron juntos durante 12 años, teniendo en común a dos niños: Esperanza y Fausto.
La historia comenzó a tejerse en el programa de Dente, cuando recordemos que todos los invitados al ciclo eligen sus canciones favoritas para luego explicar por qué son importantes en sus vidas. En ese sentido, la actriz escogió el tema Acróstico, uno de los últimos lanzamientos que Shakira grabó junto a sus hijos.
"Cuando la escuché, me puse a llorar porque habla de amor y se puede trasladar a cualquier vínculo. La metáfora 'se rompió sólo un plato pero no toda la vajilla' me parece hermosa. Es como sucedió esto pero no está todo mal. Todo va a estar bien, seguimos siendo una familia. Cuando te separás te cambia toda la dinámica y después todo se acomoda. Nada vuelve a ser igual porque la familia no vuelve a estar junta", comenzó detallando Rojas.
Esto dio pie a la repregunta del conductor, que intrigado por las relaciones y las separaciones, y obviamente entendiendo también todo el trasfondo de su invitada, decidió preguntarle a la actriz: "¿Cómo es una separación sana para vos?".
En este punto, la famosa no dudó: "Creo que yo no puedo dar consejos pero, en mi caso, fue priorizar a mis hijos. La vida es bella para ellos, que no se enteraran qué sucedía con mamá y papá. Antes de la separación y durante. Luciano se fue de casa con todo lo que eso implica para un nene. Ver que su papá muda las cosas y se va. Pero, de repente, todos fuimos a la casa nueva de papá a conocerla. Fue un plan, merendamos. Creo que lo sano siempre es pensar en los hijos", confesó.
"Vos hacías eso por tus hijos pero, como mujer, ¿te dolía?", indagó Dente, a lo que Sabrina respondió: "Sí, yo estaba rota. Si bien se nos había terminado el amor, estábamos separando la familia para siempre. Es una decisión muy grosa porque los niños estaban acostumbrados a vivir con mamá y papá. Era una tristeza de la que yo pensé que no iba a poder salir. Después la vida se acomoda y te das cuenta de que ellos empiezan a acostumbrarse a vivir de otra manera".