Aunque Miami es la "nueva casa" de Lionel Messi, Antonella Rocuzzo, sus tres hijos y sus perros, el clan familiar vive en un departamento. Por supuesto que no es un "depto cualquiera", un dos o tres ambientes común y corriente. Se trata de un piso de mega lujo en la mundialmente famosa "Torre Porsche", para los especialistas en "Real State" una de las más cotizadas y costosas de todo el planeta.
La Torre Porsche está ubicada a metros del mar y de la playa está construida de tal modo -en formato circular- que desde cualquiera de los ambientes, incluidas la cocina y el baño- se pue observar el océano Atlántico en todo su esplendor. La vista soñada, entonces, está asegurada desde cualquiera de los rincones de la vivienda.
"Incluso -se afirma en los catálogos de arquitectura", se hizo de tal manera que se pueden observar tanto el amanecer como el crepúsculo sin salir de la propiedad. Pero ese, por supuesto, no es el único detalle de "super cálidad" que ha hecho de ese emprendimiento en un proyecto que hasta podría superar el nivel premium o mega abc 1.
El más impactante, según todos los especialistas, es que un "ascensor para vehículos" permite que uno llegue con el auto hasta la mismísima puerta del departamento. Sí, así como leen: no hace falta "buscar lugar para estacionar" cerca de casa ni bajarse del auto hasta la puerta de entrada al depto. Na, eso es "pa los pobres". Messi se baja de la casa y adentro nomás.
ASI ES LA TORRE DE SUPER LUJO DONDE VIVE LIONEL MESSI EN MIAMI
El auto, incluso, puede acceder hasta el mismísimo último piso, donde hay una suerte de "terraza" de recontra lujo que es una suerte de "paraíso a orillas del cielo" ya que hay pileta, espacios verdes, reposeras y decks. Una cosa de locos, sin dudas, a pesar de los celos de Antonela por las chicas que aparecen.
Es difícil describir la amplitud, la comodidad, la luminosidad y el confort de los ambientes. Cuesta encontrar las palabras para definir semejante despliegue de "lujuria arquitectónica". Todo es impresionante, descomunal, bello, estratosférico, a todo trapo, galope y nivel. Hasta en el baño daría gusto pasarse una temporadita entera. ¡Lo bien que la está pasando Messi en Miami!
