Pasó mucho tiempo, pero Peter Lanzani aún la recuerda con Ternura. Cada tanto vuelve a la cabeza y a los oídos de Sebastián Yatra cuando escucha los Temas que le dedicó y que escribió pensando en ella. Rodrigo De Paul llevará para siempre el Tatuaje con su nombre por encima del ombligo. Esa, al fin de cuentas, parece ser la verdadera Triple T de Tini Stoessel: cuando se enamora y se entrega a sus parejas, ella hace roncha y deja huella. ¡Tremenda!
Pero esas relaciones no fueron eternas y todos, inexorablemente, marcharon "con la música a otra parte". Con más o menos habilidad se las ingeniaron para derramar pasiones a lo largo y a lo ancho del pentagrama del amor.
En la vida de esa gente hubo, indudablemente, mucho rock and roll, cómo queda claro en el magnífico, controvertido y laberíntico árbol geneológico de relaciones que se genera con punto de partida en las andanzas afectivas de la morocha. No habrán sido fructíferas, pero quién te quita lo bailado, che...