¿Hermosa mañana, verdad? Los hinchas de Racing se despertaron hoy con esa música endulzando sus oídos. La más maravillosa música que puede entregar el futbol: la Academia despachó a Nacional de Medellín (4-2 en la ida los colombianos, 3-0 el conjunto argentino en Avellaneda), clasificó a cuartos de final de Copa Libertadores (su rival será Boca, que se sacó de encima a otro Nacional, pero el uruguayo, por penales) y su legión de seguidores repitió una y otra vez el latiguillo más famoso de su simpatizante más famoso, Guillermo Francella. Sin embargo, en medio del alegrón tuvo tiempo para indignarse con Roberto García Moritán. Sí, con el marido de Pampita.
Aunque parezca mentira, el polémico empresario devenido a político (era candidato a Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, pero sorprendente e inesperadamente bajó su postulación) fue blanco de la crítica racinguista a pesar de que fue uno de los casi 50.000 hinchas que empujaron al cuadro que dirige el "seductor empedernido" de Fernando Gago a disfrutar de una de esas inolvidables noches de épica futbolera.
García Moritán apareció en el estadio Juan Domingo Perón, conocido popularmente como "El Cilindro Mágico de Avellaneda", poco antes de que la escuadra albiceleste saltara al campo de juego dispuesta a arrollar al conjunto originario de la ciudad en cuyo aeropuerto encontró la muerte Carlos Gardel. No fue a la tribuna popular, sino que se dirigió a una de las plateas laterales. Es decir, ocupó una ubicación privilegiada. Una de las mas caras. Su acceso a ese sector fue filmado por un espectador cualquiera, que luego subió las imágenes a las redes sociales.
El video se viralizó en cuestión de minutos y no por algo que fuera malo en sí mismo, sino porque la cuestión encontró recepción negativa en la mayoría de los hinchas: Moritán apareció con una camiseta de Racing que en su espalda tenía el número 10 (aquel que desea la mayoría de los purretes cuando mandan a estampar una remera de su cuadro) pero el nombre que llevaba puesto no era el de un 10 histórico de Racing (Tucho Mendez, el Bocha Maschio, Ruben Paz) o cualquier ídolo del club (el Pato Fillol, Agustín Mario Cejas, Coco Basile, el Mariscal Perfumo, Diego Milito, Licha López, el Loco Corbatta, Juan José Pizzutti, Gustavito Costas) sino el suyo: sí, decía Moritán como si el recio zaguero consagrado o el 9 más querido a fuerza de goles y títulos fuera él, que jamás pisó el verde césped.
ROBERTO GARCIA MORITAN FUE FUERTEMENTE REPUDIADO POR LOS HINCHAS DE RACING
Esa actitud de ponerse el nombre propio a la camiseta fue tomada como "una muestra de egoismo" por la mayoría de los fanáticos, quienes también la consideraron, quizás un poco exageradamente, como una "falta de respeto" para aquellos que lucieron lo que ellos llaman "el manto sagrado" de la institución. "No puede ir vestido así a la cancha, parece un nene de 12 años" escribió uno de los hinchas más ofuscados. Moritán cuadriplica esa edad: tiene 48 años y no nació en Avellaneda, precisamente: llegó al mundo el 18 de enero de 1975 en Nueva York, Estados Unidos. ¡Pero qué nivel!
Las observaciones se fueron sumando minuto a minuto. "Che, cuándo jugó Moritán en Racing que me lo perdí. ¿Hizo muchos goles?" bromeó otro fana, mientras uno más allá se preguntó también: "¿Pero este muchacho no había dicho en una canción que había gritado goles de Boca para enamorar a Pampita? ¿Para quién va a hinchar ahora? ¡Está en un problema". Y bueno, a ella le puede decir lo que quiera que en el fondo gritará los goles de Racing: "Un hombre puede cambiar de cualquier cosa, pero no puede cambiar de pasión". Eso también lo dijo Francella, che.