La vida le sonríe. El sol le ilumina la ventana a Laurita Fernández, que brilla en todos los planos posibles, con la vigencia y el aplomo de animar con soltura el ciclo Bienvenidos a bordo, que le legó Guido Kaczka. Además, en lo personal disfruta de la pareja que construyó con Claudio Brusca.
La excelsa bailarina encontró en el ámbito del trabajo a ese amor que la estimula, que la eleva a caminar entre nubes del enamoramiento. De ser su productor en El Trece a compartir cientos de aventuras, así fluye Laurita con Peluca, este entrañable hombre que la conquistó.
Claro que no todo fue color de rosas. En la visita al living de Fernando Dente, Fernández describió el primer contacto con Claudio, que distó de la armonía, de la paz, de la buena onda. Todo lo contrario, dado que se sucedió una charla ríspida y tirante.
El conductor de América le preguntó: “¿Cómo te dijo el Peluca la primera vez que lo conociste?”. Así Laurita se lanzó a describir ese escenario complejo: “Yo llegué nerviosa y ansiosa, obviamente, era un programa nuevo y que venía haciendo Guido (Kaczka). Mucha responsabilidad si salía mal”.
Eso sirvió de introducción para conocer la frase picante que le expresó Peluca: “Cuando llego lo primero que le pregunto es por la rutina, como para ir viendo cómo es la cosa. Me dice ‘¿qué rutina?’. ‘¿Cómo que no hay rutina’ y él me dijo ‘no, vos tranquila andá sintiendo el programa’. Te digo tres o cuatro cosas y vos andá fijándote. Le digo ‘pero mirá yo no trabajo así' y me contesta ‘yo no te elegí'. Así, el primer día, horrible”.
Envuelta en el recuerdo, a la distancia con humor, Fernández agregó: “Arrancamos como el oj... Me caía mal, que me haya toreado así”. Aunque explicó cómo se modificó el vínculo: “Después poco a poco... él creo que estaba en otro vínculo y yo no estaba en nada. Un día empezó a pasar que estaba muy metida en la producción y empezamos a hablar mucho más allá. Se fue dando”.