La muerte de Mariano Caprarola impactó de lleno al mundo de la farándula y Aníbal Lotocki una vez más vuelve a estar en el ojo de la tormenta. El mismo doctor que operó a Silvina Luna, recibió una dura acusación de Cristian Pérez Latorre, cirujano plástico que afirmó que quienes fueron sus pacientes no hay forma de salvarlos.
El especialista de moda tenía el mismo problema de Silvina respecto a la insuficiencia renal. Sin embargo, su caso no es el primero ya que anteriormente falleció una persona llamada Cristian Zárate y que también pasó el consultorio de Lotocki.
Lo que aquí se pone en discusión es cómo el metacrilato, que es el material que Aníbal utilizó en las operaciones, afectó directamente a los cuerpos de Mariano y Silvina. La modelo sigue luchando por su vida pero recibió una de las peores noticias.
“Yo hace tiempo que lo vengo diciendo, que iban a ser los leprosos del siglo XXI los pacientes que tenían inyectado este tipo de sustancia. Lamentablemente es un veneno, es una sustancia que es imposible retirarla del organismo totalmente”, destacó el profesional de la salud en diálogo con Bien de Mañana.
MÁXIMA PREOCUPACIÓN POR SILVINA LUNA
El hecho de no haber tenido el conocimiento suficiente en su momento y que Lotocki no les haya advertido de estas dramáticas consecuencias, llevaron a que ambos mediáticos cambiaran su vida para siempre. Puntualmente en Silvina, desde 2011 que se operó, al poco tiempo comenzó con graves problemas de salud.
“La mayoría de los pacientes que tiene puesto este tipo de sustancia tienen las mismas características de la enfermedad, que desarrollan una insuficiencia renal crónica. Les baja mucho el calcio, les aumenta el potasio de magnesio, y al aumentar el potasio de magnesio, el corazón empieza a trabajar con una falla cardíaca, una arritmia ventricular, y el paciente de muere en horas, no hay forma de salvarlo”, comentó Cristian Pérez Latorre.
Al cerrar su entrevista, reveló la principal problemática que esto genera en un organismo: “Parte del material queda alojado en el lugar, y por eso da el volumen, pero el resto del material pasa a la sangre y se va distribuyendo por las arterias, vuelve por las venas al riñón, del riñón al corazón…y todos los días, hace una intoxicación masiva”.
