La felicidad total y absoluta por sumar una integrante a la familia con el nacimiento de Venezia, su primera hija. La tristeza enorme y completa por perder la relación con su mamá, Mariana Nannis, con quien era tan pegado. Alexander Caniggia convivió con esas sensaciones tan opuestas en los últimos dos meses y lo reflejó en una fulminante aparición en sus redes sociales, donde avisó que "jamás le perdonará" a su madre haberlo echado del departamento que habitaba pocos días antes del alumbramiento de la beba.
Vestido con una camisa de color rojo fuego que tenía abierta a la altura del pecho, lo que dejaba a la vista el enorme tatuaje que le cubre esa zona del cuerpo, y con su habitual tono expresivo y directo, "El emperador" habló por primera vez en contra de su mamá, a la que siempre defendió y acompañó en el largo y explosivo conflicto que sostiene con su ex, Claudio Paul Caniggia.
"Storietime de cómo mi vieja me echó del departamento", arrancó Alex a modo de aviso de lo que iba a contar en su video. "Esto es muy fácil. Lo voy a resumir rápidamente. Me llama mi vieja y me dice "voy para allá". "Listo, a qué venís". "Voy porque el divorcio con tu viejo". "Listo, perfecto". Me llama y me dice "En tres días llego: tenés que irte del departamento", continuó, siempre haciendo con los dedos el gesto de quien habla por teléfono.
"Entonces le digo "Tengo a mi mujer embarazada. Va a parir la próxima semana, o la otra como mucho. Y así fue: parió a los 10 días. ¿Qué hizo? ¡Me echó del departamento! Le dije "Te alquilo un departamento, ¿Qué me hacés mudarme con todas mis cosas? Mi jermu está embarazada, ya viene la beba... ¡Me echó!", relató Alexander.
ALEXANDER CANIGGIA ROMPIO RELACIONES CON SU MAMA, MARIANA NANNIS
"Que yo necesito el departamento, necesito el departamento... bueno... Nos reputeamos ahí la concha de tu madre y eso... Nos tratamos para el orto... pum, me mudé. Tomá el departamento... A todo esto, ¿Lo peor qué fue? Es que cuando vino, nunca vivió en el departamento. No sólo eso. Aparte, es que yo venía pagando las expensas. Y cuando me echa, escuchen bien, me echa y después el abogado inútil que tiene lo llama a mi representante, el Foca, y le dice "Che, ¿Alex no le puede seguir pagando las expensas? Y yo quedé así: ¿Wahtt?".
Para el final, Alexander dejó la parte más dolorosa. No la económica ni la del departamento: la humana. "Aparte, ni siquiera se preocupó a ver la panza. A ver la nieta. O sea, ni me felicitó, no felicitó a mi mujer, ¡Nada! O sea, nació y ella estaba acá, y ni siquiera vino a verla a la clínica. Eh... un desastre. O sea, ¿Ustedes pueden creerlo? Quiero comentarios a ver qué la gente piensa. Esto no se lo voy a perdonar a mi vieja nunca en la vida, para mi ya no existe, le hice la cruz".