Antes de explotar como actor y mientras se hacía un lugar en el medio, Luciano Castro se enamoró de Florencia, una chica de bajísimo perfil que siempre le esquivó a los flashes. Corrían los inicios de los años dos mil y, en 2002, nació Mateo, el hijo mayor de Castro.
Desde un primer momento Florencia eligió mantenerse al margen de la vida farandulera, los eventos y demás. La relación se terminó al poco tiempo y la mamá de Mateo siguió desligada de los medios, siguiendo con su vida normal.
Florencia luego armó otra pareja y fue mamá de dos hijos más, como se ve en las redes sociales del primogénito de Luciano Castro, quien en 2019 lo definió como “un chico súper maduro con una madre brillante”.
“No hubo ningún conflicto, el conflicto es mío que me hubiese encantado estar más presente”, se sinceró en ese entonces Castro, en PH Podemos hablar, al recordar que no fue el padre que hubiera deseado ser con Mateo, algo que cambió con los hijos que tuvo con Sabrina Rojas, Esperanza y Fausto.
LA CULPA DE LUCIANO CASTRO CON SU HIJO MAYOR
"Es muy parecido a mí", dijo Castro sobre el chico que hoy tiene 20 años. Luego, recordó que la infancia de Mateo coincidió con su pico laboral en televisión. "Hice cantidad de tiras y Mateo, que no vivía conmigo, cuando le tocaba conmigo se la ha pasado con gente de mantenimiento, con maquilladores”, dijo, sobre su crianza.
Ante la falta de Castro, Florencia estaba al pie del cañón, siempre presente en el día a día de su hijo, quien ahora suele mostrarse muy cariñoso con ella en sus redes sociales a través de sus publicaciones llenas de fotos con su mamá, la mujer que nunca quiso estar del lado del espectáculo.