Marcelo Tinelli siempre ha sido un hombre de familia. A lo largo de su vida, ha educado a sus cinco hijos con amor y dedicación, por eso, no es extraño que haya decidido hacerle a sus hijos un pedido muy especial.
Con tres relaciones serias en su historia de amor, Soledad Aquino, Paula Robles, y Guillermina Valdés, Marcelo es padre de Micaela, Candelaria, Francisco, Juana y Lorenzo. Estos lazos familiares han sido fundamentales en su vida y han influido en su carrera y su forma de ver el mundo.
Marcelo Tinelli compartió hace poco cómo sus hijos han tenido un impacto significativo en su vida. Mica, la mayor, siempre ha estado interesada en la estética y la moda, lo que se refleja en su exitosa marca de ropa, Ginebra. Cande también comparte su preocupación por la estética y ha sido una influencia en el programa de su padre.
Lorenzo, el hijo más joven, lo ha introducido en la música actual y le ha presentado artistas como Luck Ra y Callejeros fino, que son sensación entre los jóvenes. Francisco, apasionado por la música y el cine, ha contribuido a enriquecer su perspectiva artística.
En una entrevista Marcelo Tinelli admitió escuchar a sus hijos y aprender de ellos, algo que ahora puede hacer plenamente ya que, en sus palabras, "siempre estoy aprendiendo de ellos y voy a morir aprendiendo más que enseñando". Esta relación cercana y el tiempo de calidad con sus hijos es una parte valiosa de su vida, algo que antes no pudo disfrutar plenamente debido a sus compromisos profesionales.
El conductor también compartió sus sentimientos sobre la idea de convertirse en abuelo. A pesar de que inicialmente le preocupaba la idea, ahora siente una profunda felicidad ante la posibilidad. La llegada de Lorenzo cambió su perspectiva y lo hizo darse cuenta de lo maravillosa que puede ser la experiencia de ser abuelo. Aunque hasta ahora no ha recibido noticias sobre futuros nietos, Marcelo está ansioso por vivir esa nueva etapa de la vida.
En sus propias palabras, ser abuelo es especial porque "es como 'tu' hijo, pero cuando se termina el día, llamás a tu mamá o a tu papá y les decís '¡mi amor vení a buscar a tu hijo!'". “¡(Fallezco) de felicidad por ser abuelo! Pero esta sensación la tengo recién desde hace unos pocos años. Hasta no tener a Lorenzo me daba cosa ser el nono. No me gustaba mucho la idea”.
“Pero cuando lo tuve en brazos, lo cargué cada día, pensé ¡ya está!, ya puedo ser abuelo. Fue una sensación rara pero maravillosa. ¡Igual, hasta ahora no me han dado ninguna noticia! Pero sí creo que me gustaría mucho ser abuelo", cerró.