Y un día llegó ese evento fundacional, que marca un antes y un después en su vida. Sol Pérez transmutó su sueño en una concreción al casarse legalmente con Guido Mazzoni, en un trámite que llevaron a cabo durante la tarde del miércoles, en el registro civil de la calle Uruguay.
Envuelta en un halo de felicidad indescriptible, y sobre todo muchísima emoción, la analista de Gran Hermano estampó la firma delante de la jueza, rodeada de afectos y en un ritual burocrático que aseguran se tiñó de lágrimas y de bellísimos episodios.
Tras culminar con todo el papelerío, Sol, y su esposo, emergieron del edificio oficial y se toparon con una cobertura de medios, por lo cual detuvieron unos minutos su trajinar para dialogar con la maraña de micrófonos. En ese intercambio, la blonda soltó una infidencia muy singular.
Resulta que el cronista de LAM consiguió un dato jugoso y le consultó con su estilo tan distintivo: “¿Es cierto que no quisiste arroz por lo que representa estar tirando comida?”. Un tópico sorpresivo, pero que se encadenaba con la original idea de caminar bajo una tormenta de papelitos de colores.
SOL PÉREZ NO QUISO QUE LE TIREN ARROZ EN SU CASAMIENTO
Tras esa introducción, Pérez explicó con lujo de detalles su convicción para evitar ese rito y ahondó en sus motivos. “Prefería que no hubiera arroz, vengo de un lugar muy humilde, donde las cosas cuestan mucho. Me parecía que si teníamos la posibilidad de comprar otra cosa y que la gente pueda tirar, que es una tradición, lo podíamos hacer de otra manera”, describió.
Así como la ex chica del clima profundizó en la charla que mantuvo con su ahora esposo: “Sabía que igual iba a ser hermoso y feliz para nosotros. Prefería que no sea arroz, se lo dije a Guido y él me super entendió”. Una idea original y con un cariz solidario y empático.