El romance comenzó tímidamente, arriba de las tablas, pero con el correr de las semanas se fue afianzando y ya cumplieron 6 meses de novios. Nazarena Vélez (44) encontró en Santiago Caamaño (37) a su media naranja. Con él llegó esa persona con la que puede compartir alegrías, tristezas, amor y trabajo. Se les vino encima el famoso “segundo semestre” y ellos prometen ir por más.
“Estuvimos invitados a los Martín Fierro Federales, en Termas de Río Hondo, justo para los seis meses, así que lo pasamos allá. Fuimos con Thiago también. Fue medio en familia, tranqui, pero lo disfrutamos un montón. Me regaló unos duendes que hacen ruido, que como me gustan me los compró. No celebramos los meses, los tenemos muy presentes, con un acto de amor tranqui, pero no hacemos grandes celebraciones”.
–¿Qué balance hacés de estos seis meses?
–Es súper positivo. Sinceramente no pensé que durábamos ni quince días, y ya van seis meses. Es una persona increíble, yo estoy feliz. Es impresionante su trato con Thiago, con el Chyno, y con Barbie también, pero Thiago era el problema porque es el hombre de mi vida, que ocupa mis espacios, mis tiempos, mi todo… era un hueso duro de roer, pero se llevan súper.
–¿Te imaginabas con tantos proyectos y con él incluido?
–Yo voy para adelante y no espero el llamado. Tuve un montón de propuestas. Se terminó la gira de Verdades mentirosas, y con lo que le pasó a Adriana Salgueiro nos jugó en contra como para seguir, y con Santi decidimos poner en marcha eso que habíamos hablado, de hacer algo juntos. Yo empecé a producir el año pasado, estamos haciendo Los de enfrente para las redes, con la dirección de Atilio Veronelli, que también es el autor…
–Van a trabajar juntos en El en mi cuerpo, ¿como viene?
–Sí, nunca salí con un actor, así que esto de trabajar juntos es nuevo. Es una obra escrita por Belén Gomensoro y Casper Esposito, y dirigida por Carlos Kasper. Debutamos el 10 de agosto en el Teatro Buenos Aires, Rodríguez Peña y Corrientes.
–¿Qué se puede adelantar?
–Es una pareja que no tienen mucho que ver uno con el otro… Todo cambia cuando en una discusión ella le dice que se ponga en sus zapatos. Al otro día se despiertan uno en el cuerpo del otro… Se van a morir de la risa.
–¿Hay ganas de dar otro paso, casamiento, por ejemplo?
–No, no y no. El es un hombre libre, que nunca se casó, que estuvo mucho tiempo solo y no lo vamos a espantar (risas). Y el casamiento no es que sea mi cuenta pendiente, así que estamos muy bien disfrutando la convivencia.
–¿Vale el poliamor?
–¿Qué poliamor? ¡¡Politraumatismo si te vas con otra!! No hay chances, si lo propongo me mata y si lo propone lo mato. Santi es más celoso que yo, pero ninguno se lo bancaría. Soy bastante chapada a la antigua con esas cosas.