Ya arde el entretejido social singular que se genera en ese aislamiento voluntario. Gran Hermano late a pleno a pocos días de iniciar una nueva temporada y la tensión se activó en la casa más famosa de la televisión, con el desarrollo de las primeras nominaciones.
A las horas de abrirse las puertas al reality con la zambullida de cabeza de veinte participantes, que mueren por ganar el premio y sobre todo por adquirir fama y repercusión, la producción metió a dos concursantes más de sopetón, totalmente de sorpresa.
Esos ingresos provocaron miradas de desconfianza y hasta varias broncas. Una sensación que se maximizó cuando Sabrina Cortez, a los minutos de pisar el hogar, se impuso en la siempre fundamental prueba semanal del líder, con todo el significado que acarrea.
Tradicionalmente, el concursante que obtenía ese desafío físico contaba como enorme beneficio la inmunidad durante la semana, es decir, no podía caer en la temida placa de nominaciones. Pero ahora, la producción de GH le agregó un cambio reglamentario muy polémico.
EL CAMBIO REGLAMENTARIO DE GRAN HERMANO
Para explicar esta modificación que posiciona al líder ante un movimiento riesgoso y que puede provocar enojos, Santiago del Moro contó: “Además de tener la inmunidad, va a tener dos beneficios más. Uno, que va a recibir un premio muy importante por ganar. Segundo, cuando saque o rescate a alguien de placa, va a tener que subir a otro”.
De ese modo, los hermanitos deberán analizar con mucho cuidado la utilización de esta posibilidad, lo que seguramente originará conflictos en el corto plazo, así como nuevas estrategias de alianzas para los salvatajes de la temida eliminación.
