Curvas sensuales, figura de ensueño, diosa indiscutida, Celina Rucci (42) encontró el justificativo justo y exacto para lucir todo y más de su encanto físico. Integrante de Incorrectas, el programa de las tardes de América, planificó unas merecidas vacaciones apostando a uno de los placeres más grandes de su vida: viajar. Pero para la panelista devenida “vayaina” no fue sólo una excusa perfecta para escapar del ruido de la city porteña, las corridas en el ir y venir para cumplir con todas las obligaciones y escaparle a la rutina que imponen lo laboral y la vida cotidiana.
También fue su primer viaje, y a solas, con su nueva pareja: Manu, como ella lo llama cariñosamente. Una semana, ni más ni menos, fue lo que tuvieron a disposición los enamorados, quienes están juntos hace medio año. Y la aprovecharon…
Arena y sol. Dueña de una figura para el infarto y de una actitud que traspasa fronteras, el destino elegido por la actriz fue Brasil, uno de los países que más le gusta recorrer y que, a lo largo de los años, procuró conocer varios de sus rincones.
Esta vez el destino elegido fue Porto de Galinhas, al norte del país. Lo que la llevó a la mamá de Uciel, Noelia y Daniela a apostar por ese lugar con características rústicas fue estar en contacto con la naturaleza y sacarle el merecido provecho a la playa y al mar. “Mi mayor pasión es viajar por el mundo. Soy amante de la naturaleza. Adoro estar en contacto con lo salvaje”, confió la artista.
Despacito. Con el piloto aéreo, Celi tiene un gran punto en común que los une a la hora de la actividad física y de la recreación. Ambos hacen buceo y son partidarios de practicar la disciplina, algo que hicieron en esta escapadita de siete días. “Eso nos permitió también relajarnos y pasarla bien”, compartió Rucci, con la tranquilidad que le devolvieron los días de descanso.
Pero ahí no terminó la aventura, sino que fue más allá. El clima apropiado permitió que la mamita y su novio pudieran capitalizar las horas al sol, con las aguas verdes como testigo que, cada dos por tres, invitaban a un refrescante chapuzón. Claro, también oficiaron de marco ideal, de pintura que roza lo paradisíaco, para mimarse con el hombre que la acompaña por estos días.
“Una de las cosas que más nos gustaron es que comimos variadas exquisiteces en pescados y mariscos, y nos pudimos dar todos los gustos en ese sentido”, contó la ex modelo. Si bien la pareja va paso a paso, compartiendo en la diaria pero sin apuro ni motivo por el que correr, disfrutaron de a dos. Sin formalizar aún, se dieron su primer gran gustito juntos para luego ver qué les depara el destino con el correr del tiempo. Incluso, hasta hicieron una pasada por la iglesia, pero a puertas cerradas.
Y Celina posó, sexy y atrevida, casi sin querer queriendo, en la puerta del lugar, consiguiendo una imagen provocadora, a modo de gran despedida gran. Será hasta la próxima escapadita, que –fiel a su naturaleza– seguramente encontrará a la imponente panelista en otro lugar del mundo. Sólo será cuestión de esperar…