Las malas lenguas, esas que en la farándula son peores que en las oficinas, los colegios, los bondis, los ascensores o las reuniones familiares, bromean con una frase de dimensiones exageradísimas: "Laurita Fernández tuvo más hombres que éxitos artísticos", dicen, zarpadas, para referirse a la muchacha que registra 5 novios oficiales y 4 amoríos muy comentados y por otra parte fue campeona del Bailando, participó de ese suceso teatral que fue Sugar y... y.... y.....
No queda otra que ir de atrás para adelante. Se debe viajar bastante en el tiempo para encontrar los primeros escarceos amorosos de la rubia. Por ese entonces, hace más de 10 años, era una simple bailarina de Showmatch cuando su nombre empezó a sonar por dos motivos: su gracia para mover las caderas en la pista y su incipiente relación con la mano derecha de Marcelo Tinelli, nada más y nada menos. Sin embargo, Fede Hoppe no era su primer ronroneo con un famoso. Tampoco fue el último, obvio.
Ella ya había "tenido algo" con Matías Alé, lo que no es poco decir. Ahora él está en otra etapa de su vida, como si se hubiera transformado en un maestro zen o en un seguidor de la cultura budista: tranquilo, relajado, calmo, un anti-escándalos hecho y derecho. Pero en esa época, ¡Mamita! ¡Agarrate Catalina! Todos los bolonquis habidos y por haber lo rozaban, aunque sea hasta por las dudas. Sobre todo los sentimentales.
Alé era el gran conquistador de la farándula. El número uno. No había rubia, morocha ni peliroja que se le resistiera. Y Laurita fue una de las taaaantas y taaaaantas que cayeron rendidas a los atributos de aquel seductor que hoy parece un monje tibetano. Otro que ahora está "contenido" y casado pero que también tuvo se épocas de picaflor fue el Pollo Alvarez. Y dicen -diceeeeen eh- que de ese pico también comió la muchacha. Hizo pío pío según cuentan.
Otro encarador empedernido, endemoniado y demoledor que marcó la vida de Laurita fue Federico Bal. Hicieron pareja de baile en lo de Tinelli y chape va chape viene pasaron de la ficción a la realidad en las narices de Fede Hoppe, el novio que vio toda esa traición en vivo y en directo. De locos es poco: alguna vez, Martín Bossi contó que su amigo Hoppe, resignado, le pidió que lo acompañara una madrugada para "espiar" desde un auto el departamento de Laurita, de donde vieron salir a Bal. No hacía falta, si ya todo el mundo lo sabía de observarlos recalientes por la tele.
Laurita rompió con Fede (Con Fede Bal, porque con el otro Fede, Fede Hoppe, ya había cortado antes) en medio de otro escándalo de cuernos, enredos y demás y cuando muchos le aconsejaban que se buscara un novio tranquilo y sosegado demostró que no había probado la suficiente medicina de los galanes indomables al iniciar una relación con Nicolás Cabré, el hombre que dejó un tendal prácticamente en toda la farándula, que hizo y deshizo a su antojo y que la devolvió a ella a un samba de idas y vueltas que parecía interminable (compra y refacción de casa incluida) hasta que los dos decidieron terminar "por la salud mental de ambos".
LAS PAREJAS MAS FAMOSAS DE LAURITA FERNANDEZ Y EL ARBOL GENEALOGICO DEL AMOR QUE FORMO
¿Habrá aprendido la lección? Parece que sí. Al lado de Claudio Brusca, "Peluca", parece más fría, más calculadora y menos involucrada que en todas sus relaciones anteriores (hubo rumores que la involucraron también a los siempre dispuestos Cristian U, Martín Baclini y Gastón Soffritti), a veces hasta pareciera que disfrutara menos de su vínculo afectivo, pero ha ganado en paz, calma y aires frescos. Su nombre no volvió a ser asociado con los candombes mediáticos ni románticos.
Pero claro, qué podía esperarse de todos sus muchachos anteriores. Si hicieron de las suyas a diestra y siniestra. Esparcieron la semillita del afecto y de la pasión por un lado y por el otro y un día, de tanto y tanto y tanto regar la plantita, germinó un impactante árbol genealógico de relaciones que dio frutos por todos lados. Para Laurita quizás sea el momento de sentar cabeza afectivamente, y empezar a sumar éxitos profesionales.