A tan solo una semana del comienzo de Gran Hermano, los jugadores perdieron la primera prueba semanal y de esta manera, debieron comprar alimentos con la mitad del presupuesto. Esto hizo que varios de ellos tuvieran que dejar los vicios de lado, para poder pensar en comprar alimentos necesarios para el día a día.
A pesar de que muchos estuvieron de acuerdo, otros tantos, renegaron con la posibilidad de dejar el cigarrillo. La ansiedad y las diferentes emociones que se sienten -dentro de la casa- se maximizan y esto se pone cada vez peor.
Para evitar que los hermanitos sigan consumiendo pucho, Santiago del Moro, en vivo les hizo una tentadora oferta: “Desde Gran Hermano podemos conseguir kilos de frutas. Pueden comerse unas bananas, unas cerezas ahora que es la época. Manzana, mandarina, pero me tienen que dar hasta el último pucho. Y no vale esconderlo”.
LA RESPUESTA DE LOS HERMANITOS
Si bien varios especularon con que la propuesta iba a ser aceptada, el conductor le consulto a varios de los presentes y agarró a quienes fumaban. Joel, planteó la necesidad de dejarlo y se mostró amigable: “Si podría ser. Hace rato estoy pensando en dejarlo. Pero no podía. Si bien bajé el consumo desde que entré acá, no estaría mal dejar”.
Ahora, cuado le consulto a Williams, obtuvo una mala respuesta: “El pucho no se negocia, es mi compañero. Es imposible”, lanzó. Y así Emanuel, agregó: “Es imposible. Con los nervios que tengo. Déjenme que me fume un puchito. Algún día lo dejaré”.