Una de las novedades de esta edición de Gran Hermano fue la entrada tardía de dos participantes. Una de las elegidas para hacer su ingreso un día más tarde fue Sabrina Cortez, algo que podría haberle juzgado en contra. Sin embargo, la joven mendocina entró pisando fuerte en la casa.
Su avasallante personalidad y su belleza enseguida generaron amores y odios, tanto dentro como fuera de la casa de Gran Hermano. Al rato de ingresar se alzó con la prueba semanal, empezó a trazar una estrategia de división entre grupos y se enfrentó fuerte con Furia.
Su archienemiga la bautizó “niña Bratz”, haciendo referencia a las super estilizadas muñecas que a partir de los años 2000 compitieron en fama con las clásicas Barbie.
Ella, por su parte, se presentó a sí misma como la “Barbie camionera”. Y reconoció que si bien es contadora, su mayor ambición es ser famosa. Los primeros pasos para lograr ese cometido los dio como creadora de contenido en su cuenta de Instagram, donde tiene más de 300 mil seguidores, y en Tik Tok.
La rubia es una de las mujeres más llamativas de esta edición de Gran Hermano. Y ella es consciente de su belleza. Por eso no duda en exponerla a través de sus redes sociales, usándolas como una gran vidriera para cumplir su objetivo de ser famosa.
Allí se destacan las espectaculares fotos en microbikini, de diferentes estilos y colores, con las que posó en piletas y en paradisíacos destinos, demostrando que tiene todo para ser pasar de ser una influencer a una modelo famosa y poder cumplir así su sueño.
