Desde afuera tal vez no se sienta tanto, pero como todo lo que implica la existencia de intereses en juego, el ámbito teatral también es una pulseada constante. Empresarios y elencos pugnan cada noche por ofrecer el mejor producto para quedarse con la concurrencia mayoritaria del público. Hay factores que en principio podrían considerarse ajenos a lo estrictamente relacionado con el show en sí, pero que ejercen una incidencia eventualmente decisiva, como por ejemplo la mediatización y la difusión del espectáculo.
Una buena propaganda, claro, podría consagrar en la taquilla a una obra de jerarquía menor y despojar de toda ilusión a aquella que se armó para ser el gran suceso. A veces pasa a la inversa, como en el caso que viven Nicolás Vázquez (42) y Gimena Accardi (34), a esta altura un dueto que se entiende cada mañana que se levantan juntos en casa. No es la primera vez que una obra que lo tiene como protagonista a él se queda con todo, incluso superando por amplio margen a las que invierten mayores cantidades de dinero con el objetivo de “hacerla conocida” para llamar la atención de la gente.
Un ejemplo: mientras que Nico y su elenco (Flor Vigna, Benjamín Rojas) la rompen en el Teatro Nacional, celebrando hace más de un mes haber cruzado la barrera de los 100.000 espectadores, Departamento de soltero, la súper mediatizada comedia de Nicolás Cabré y Laurita Fernández, marcha, cómoda, varios lugares abajo, según consta en boleterías. Un documento más que sirve para documentar que el presente laboral que disfruta él se acopla al que transitan Nicolás y Gimena en el plano personal, que dicho sea de paso vienen de romperla tiempo atrás con Al otro lado de la cama, que también fue un verdadero éxito y hasta se dio el lujo de despertar el interés del mismísimo Lionel Messi por presenciarla.
De hecho, el mejor futbolista del mundo fue a verla e incluso subió al escenario junto al elenco y participó del saludo final. Obviamente que tantas buenas noticias en el plano laboral justificaban plenamente un descanso. Unas “merecidas vacaciones”, como se dice comúnmente. Y detrás de ese objetivo partieron Nicolás y Gimena hacia la Patagonia argentina, para recorrer sus sitios más representativos y disfrutar, de paso, de la nieve, que los acompañó desde que pisaron suelo sureño. Este bello fenómeno natural despertó el deseo de esquiar, y realizando ese deporte, de a ratos y por las tardes, estuvieron los primeros días. Luego, por supuesto, relax.
Paseos, mimos y compras para traer a la familia por ese lugar extraordinariamente lindo que es Villa La Angostura. Nada de pensar en el trabajo. En realidad no hay razones. Porque a él le va muy bien. Una semana nada más viene liderando la taquilla hace rato. El éxito data de varios meses, no sólo de los últimos siete días.
