Gran Hermano es un show y, también, un experimento social en el que nada está librado al azar. Y en los últimos días, la falta de comida llevó a los participantes a rebuscárselas para no pasar hambre y muchos de sus movimientos quedaron al descubierto.
Días atrás se había visto a Catalina Gorostidi revolviendo el locker de Florencia al grito de “¡Robémosle todo!”, indignada al descubrir que la morocha guardaba varias cosas que aparentemente no eran suyas sino de todos.
Y conforme el encierro avanza, la producción puso a prueba a los jugadores, que ya no dudan en hacerse amigos de lo ajeno en cuanto tienen la oportunidad. Incluso Zoe Bogach, la “chica bien” de Recoleta que se perfila, según Santiago del Moro, como “toda una mechera”.
"Ahí está Aixa, la mamá de Zoe. ¿Qué onda tu hija? La vi robando leche. Está hecha toda una mechera en la casa", dijo el conductor de GH al presentar a la madre de Zoe, la primera salvada en la última placa. "Sí, se la llevó para repartir con las amigas", confirmó la mujer.
LOS PARTICIPANTES SE QUEJAN DE LOS ROBOS EN GRAN HERMANO
"También le robó las golosinas a Denisse. Hay poca comida dentro de la casa y empezaron los robos", señaló Del Moro antes de mostrar el caos que se desató en la casa entre los participantes. "Yo me escondí algunas cosas. Callado la boca, sin que se entere nadie", le confió Alan a Sabrina.
Mientras que Zoe les avisó a sus compañeras que en el bolsillo de sus shorts escondía sobres de jugo. "Faltan cosas. Se las están guardando. No sé qué pasa", advirtió Florencia, antes de quejarse de cómo la habían juzgado tras quedarse con una golosina. "Creen que somos medio taradas y no nos damos cuenta", se quejó Denisse.