Su lenguaje corporal no miente, no puede ocultar lo que vibra en su interior. Algo la atraviesa y la sumió en un semblante adverso. Romina Uhrig padece de un trance familiar, una circunstancia que la hundió en sensaciones negativas y dolorosas.
La ex participante de Gran Hermano se animó a iluminar bastante de las situaciones que la convulsionaron en el seno de su ex pareja. No obstante, no especificó perfectamente de qué se trata, pero reconoció que ciertos comportamientos la laceraron.
En una entrevista con LAM, Romina se mostró compungida, como movilizada hasta la última de sus fibras y anticipó: “Yo no soy de hablar, prefiero guardarme las cosas en este caso”. Sin dar mayores precisiones, sus palabras infirieron a una problemática de índole familiar.
Luego, ante la insistencia cálida del cronista, Urhig soltó todas las emociones que laten en su cuerpo y enumeró: “Estoy triste, un poco enojada, angustiada, son cosas que van de la mano”. Así como se encargó de aclarar que todo se remite al universo de su vida privada.
ROMINA UHRIG ATRAVIESA UN DRAMA FAMILIAR
En las antípodas de escaparle al tema o tratar de disimular su estado de ánimo, la ex diputada confesó dónde encuentra un bálsamo en estas horas: “Estoy pasando mucho tiempo con mis hijas y no estoy haciendo un montón de cosas. Igual esto de venir a trabajar me hace bien, pero prefiero quedarme en casa”.
Ante la consulta sobre sí su angustia se vincula con la separación, Romina exteriorizó: “Con cosas que uno se va enterando en el camino, que duelen un montón”. Y luego añadió una frase encriptada, y a la vez poderosa, al manifestar: “Me encontré con cosas feas. Uno confía y cree”.