En marzo de 2022, luego de siete años de relación, Natalia Lobo y Ariel Polaco se casaron, aunque prefirieron que cada uno viviera en su casa, con sus hijos. Al tiempo, la relación no funcionó y llegó la ruptura. Hoy, la actriz confiesa cuánto le costó transitar ese dolor.
“Fue muy triste para mí porque no fue por falta de amor. Somos diferentes en muchas cosas de lo cotidiano, como si fuéramos de distintas tribus. Y a veces con el amor solamente no alcanza”, confesó en charla con La Nación.
Al abrir su corazón, Natalia Lobo asegura que no fue falta de amor lo que terminó con la pareja. “Fue muy triste porque no es que no nos queríamos más; de alguna manera, para uno estar con el otro, tenía que dejar de ser quien era. Y el camino es ser la mejor versión de uno mismo. Lamentablemente, tuvimos que alejarnos, con un dolor enorme”, aclaró.
“Tuve un año re duro. Hice un retiro en mayo y después entré en una oscuridad tremenda; fue el peor año de mi vida. Nunca sufrí tanto porque separarme de Ariel fue devastador. Nos separamos en enero pasado y después hubo un pequeño acercamiento porque el amor es muy grande, pero la realidad es la realidad”, reveló Natalia Lobo.
“Sentí un amor enorme y tuve una gran entrega con Ariel. Pensé que era el amor de mi vida. Después de mayo entré en la famosa noche oscura del alma y fue muy triste, pero a la vez estoy agradecida porque empecé a indagar en mí, a ver que había cosas que no tenía tan resueltas como yo pensaba”, agregó.
Sobre la forma en la que logró superar ese doloroso momento en su vida, la actriz contó: “Medité, adquirí más herramientas y en un momento pensé que estaba en el fondo del mar y no salía y ahí me di cuenta de que hay situaciones que te empujan a profundizar más y a terminar de curar heridas”.
No es muy común que los famosos, tan expuestos muchas veces, deje este tipo de confesiones acerca de sus debilidades y de sus tristezas. Pero para Natalia Lobo el desahogo era necesario. “Desde fin de mayo hasta noviembre, que viajé a Perú, hice una limpieza energética y una conexión con la naturaleza increíbles. No dormía, no comía, lo extrañaba y fue un golpe muy duro porque mi vida era con él. Y a veces no se puede”, explicó.
“Fue muy duro soltar a Ariel. Me costó mucho porque lo amé con todo mi corazón. No me imaginaba una vida sin él. Pensé que íbamos a poder ordenarnos de alguna manera, pero nuestras diferencias pudieron más que el amor. Fue muy triste”, cerró la actriz.