En búsqueda de sacudir la sinergía apacible, rayana al aburrimiento, de las últimas semanas de Gran Hermano, la producción activó una carta peculiar, a la que denominó “congelados”, que engloba un aspecto hiriente y adverso.
En esta mecánica, los familiares de los participantes ingresan, durante unos minutos, a la casa más famosa de la televisión y solo pueden cruzar miradas y hablarles, pero está completamente prohibido que los concursantes emitan un sonido o que se abracen.
En definitiva, esta idea de la producción permite ver a los seres queridos tras meses de aislamiento profundo, y voluntario, aunque le impide fundirse en una charla o en caricias. Ahora se acaba de filtrar una grave denuncia, que se basa en una confesión del “delito” de parte de Zoe.
¿Qué sucedió? Resulta que Bogach se juntó con Rosina en el parque y le describió una charla que mantuvo en el confesionario, pero no se trataba de un diálogo cualquiera, sino que se podría definir como la prueba fehaciente de una especie de fraude de la producción.
ZOE ADMITIÓ QUE LA PRODUCCIÓN LE AVISÓ QUE SE VENDRÍA LOS "CONGELADOS"
En definitiva, Zoe admitió con todas las letras lo que le avisaron desde el staff del reality y los mandó al frente al contarle a la uruguaya: “Nos dijo que nos preparemos como el martes pasado que entró el congelado, nos está diciendo que nos preparemos. Hay que ordenar el patio”.
A los pocos minutos de esa conversación, las redes sociales estallaron porque miles de usuarios detectaron que los pusieron en preaviso, lo que rompe la lógica del efecto sorpresa. Por eso se amontonaron cientos de comentarios de repudio contra la producción.
“¿Qué gracia tiene si les avisan que se preparen?”, “Deberían hacer como en Chile que los engañaban, ponían la música del congelado y no entraba nadie”, fueron algunos de los mensajes que se generaron en las plataformas digitales.
