La dinámica de esa convivencia forzosa entre personas desconocidas activa todo tipo de circunstancias. Gran Hermano avanza cronológicamente en su juego y se generan panoramas de toda índole, como el posicionamiento de Lisandro Navarro en una especie de vacío de atención.
El asesor financiero transita por días incómodos, por una coincidencia tácita de los participantes de señalarlo, lo que se tradujo en su nominación en la placa del domingo, en la que competirá por su supervivencia contra Furia, Isabel, Joel, Bautista, Agostina y Virginia.
El morocho reflexionó recientemente sobre el reingreso de tres eliminados por el sistema de repechaje y exteriorizó su bronca por esa ventaja notoria. Así se chocó cara a cara con Isabel De Negri por su llamativa decisión de hacerse la compinche de Furia. La más longeva le retrucó: "Yo soy la de siempre pero vengo distinta porque a mi la que me recibió como si me estuviera esperando fue ella".
En ese contexto, Agostina empatizó con la posición agria de Licha y en diálogo con Manzana, en el jardín de la casa, expresó su solidaridad: "Me da pena, tendrá sus cosas pero no es mal tipo. Está casi toda la casa en contra de él y el chabón sigue cocinando, es increíble. Isabel se la va a picar, dijo".
AGOSTINA SIENTE PENA POR LISANDRO
Al escuchar a la agente de policía, el tucumano añadió su lectura de toda esa ausencia de apoyo a Navarro: “Le he dicho que Furia estuvo así en el primer mes, con todos en su contra, el lugar de Furia de tener a todos en contra lo está tomando él”.
En definitiva, a pesar del trato que le propinan los concursantes que continúan con vida en la casa más famosa de la televisión, Lisandro mantiene su actitud proactiva de agarrar las ollas y las sartenes para crear platos y alimentar las panzas de sus rivales.
