Cuatro años atrás, a Gonzalo Valenzuela le tocó enfrentar un desesperante momento de terror y angustia como papá: el primer ataque de convulsiones de su hijo Silvestre, que se manifestó una madrugada en su casa, cuando su primogénito con Juana Viale tenía 12 años.
Valenzuela lo relató meses atrás en una entrevista con una neuróloga chilena, al sumarse a una campaña de concientización para ayudar a las familias que atraviesan lo mismo: a Silvestre lo veía irreconocible, pálido, con los labios morados. “Pensé que se me había muerto”, reconoció el actor.
Lo que el hijo de Manguera y Juanita padecía era epilepsia, una enfermedad en la que pronto se interiorizaron y lograron dar con el tratamiento adecuado para controlarla y garantizarle una calidad de vida al adolescente que hoy, a sus 16, es amante de los deportes extremos, la adrenalina y el skate.
Así lo dejó ver Valenzuela al aparecer en el programa chileno “De tú a tú”, con Silvestre, Alí y su hija Anka (fruto de su relación con la actriz María Gracia Omegna), desde Perú Beach, un complejo de rampas de skate y muros de escalada ubicado en San Isidro, frente al río.
CÓMO ESTÁ SILVESTRE VALENZUELA A CUATRO AÑOS DE SU PRIMER ATAQUE DE EPILEPSIA
En las imágenes del video se puede ver a Silvestre como un adolescente cualquiera, divertido con el skate, haciendo piruetas y desafiando a la gravedad, demostrando que no le teme ni a las bajadas más desafiantes. “Divertido, divertido”, dice el chico, ante los comentarios del conductor.
Para ejemplificar esta pasión por las emociones fuertes, Gonzalo contó: "A los 10 años me pidió que de regalo de cumpleaños quería tirarse en paracaídas. Llegamos, el flaco le prueba el arnés y me dice 'es muy flaquito, se me puede escapar en el aire, no me puedo tirar con él'”.
“Lo miro a Silvestre y veo su carita de decepción. Y le digo, ´espérame un poquito´”, siguió el actor, que finalmente encontró la manera de cumplirle el deseo a su hijo: “Le puse un pulóver mío, otro polerón, otro polerón, un par de chaquetas y arriba un parka”. Le dije al chico, ´ponele el arnés ahora´. Le probó y dijo 'ahora sí'. Y se tiró”.