La dinámica se desfiguró totalmente. La extraña maniobra de la producción de Gran Hermano de encajar forzosamente a cinco nuevos participantes en la casa ya empezó a generar secuelas. A pocas horas de su ingreso, Damián se le plantó con todo a Agostina.
Ese cruce creció en intensidad, de un intercambio de opiniones se transformó en fuertes acusaciones y una discusión a tono muy elevado. Todo comenzó con el análisis de los concursantes sobre dejar de atender el teléfono rojo, una especie de pacto para evitar una sanción o un beneficio.
En ese interín, Damián exclamó su opinión de esa decisión de no levantar el tubo y bramó: "Para mí, ser un caracol es no atender el teléfono". Ante eso, Gorostidi lo refutó: "Yo no tengo miedo. Me sumo a que si nadie lo quiere atender. Pero si me tengo que bancar una placa, lo hago".
La charla continuó con una temperatura muy intensa, dado que la morocha lo increpó y le señaló sin filtros: "La soberbia con la que entraste no me copa". Tal incomodidad, que la santafesina optó por levantarse del sillón y tratar de retirarse de la cercanía del nuevo participante.
DAMIÁN TRATÓ DE ACOMODADA A CATALINA EN GRAN HERMANO
Damián procuró proseguir con su postura y la enfrentó en el jardín, ahí prendió la cerilla de una acusación explosiva contra Catalina, que retumbó en toda la casa y que rápidamente voló por las redes sociales, para generar un tsunami de repercusiones.
Moya atacó con todo y sin ningúna vergüenza por su condición de recién llegado: "Es un juego y hay que jugar, acordate el que se enoja pierde. Estoy acá porque me lo gané y vamos a jugar, no hay que tener miedo”. Hasta que soltó la frase más polémica: “Volviste porque sos amiga de Furia".