Envueltas en la rutina de ocio habitual de ese aislamiento absoluto del exterior, totalmente dispersas en charlas sin sustento, Furia y Catalina se chocaron con un objeto inesperado, que nadie imaginaba que continuaba en la casa, en el interior de una de las habitaciones.
Resulta que las aliadas, ese dúo de jugadoras que caminan de la mano todo el día y que comparten ideas, planes, estrategias y enemigos, estaban frente a un espejo en uno de los dormitorios. Así, de manera casual la santafesina detectó una foto que le llamó la atención.
Inmediatamente, la pediatra entendió que ese registro se trataba de un objeto personal de Lisandro Navarro, ese hombre que se ganó el odio de Juliana Scaglione, y por osmosis también el de Gorostidi. Nada más y nada menos que una instantánea que el morocho llevó en su ingreso al reality.
Cata gritó de repente: “Ay, no. ¿Qué hace esto acá?". Furia reaccionó y con vehemencia preguntó: "¿Ese es Lisandro?". Frente a eso, su amiga sacó una conclusión peculiar, que remite a una sensación sin fundamentos científicos y bramó: "Es una señal, él me nominó. ¿Qué hace esto acá?".
FURIA Y CATA SE ENOJARON AL ENCONTRAR UNA FOTO DE LISANDRO
Juliana continuó con sus típicas frases tajantes, llenas de definiciones polémicas, y espetó contra Navarro y la foto: "No quiero verlo. Siempre en el centro él". Con la mirada en una de las cámaras, Gorostidi cambió el ángulo de sus expresiones y soltó: "A ver qué amigo de Licha me gusta. ¡Presentame a éste!".
En definitiva, ¿se habrá tratado de un olvido de Lisandro? Tal vez el morocho dejó ese objeto con una intención clara de mantenerse en el inconciente de los participantes de Gran Hermano. Lo cierto es que Furia y Cata expresaron su desagrado por hallar esa postal.