El pasado 23 de febrero, Natacha Jaitt falleció en un salón de fiestas llamado Xanadú, ubicado en la localidad de Benavidez. Las causas de su muerte aún no han sido esclarecidas y el dolor de su hija, Antonela Olivera, es inmenso.
Así lo demostró la joven en una reciente carta que publicó en Instagram con motivo del cumpleaños de su madre. “Mamá: hoy cumplirías 42 años, este es el primer cumpleaños que no estás acá, que no te puedo abrazar y decirte ´Feliz cumpleaños mamá´, que no hagas una chocotorta para festejar y cantemos juntas”, comenzó Antonella en Instagram junto a una foto con ella.
Y, continuó: “Si estás ahí, del otro lado, si me escuchas ... quiero que sepas que te amo y que no hay un día que no me lamente no tenerte cerca ni poder decirte lo mucho que te extraño. Hay tantas cosas que nunca te pude decir, tantas preguntas sin respuestas que nunca voy a poder resolver. Pero si es que existe algo después de la muerte, voy a estar lista para volverte a ver. Te amo”.
Por su parte, Ulises, el hermano de Natacha y un familiar muy presente en la vida de Antonella, también se expresó en las redes con motivo del natalicio. “Feliz cumple hermana amada, algún día cuando Dios quiera festejaremos en el cielo”, escribió junto a una foto en la que aparecen brindando.
Tanto Ulises como Antonella sostienen que Natacha fue envenenada esa noche trágica y continúan buscando pruebas para encontrar a los responsables. "Me hago cargo que ella consumió cocaína y lo tengo chequeado por las cámaras. Dos veces consumió, pero una persona no muere de sobredosis por consumir dos veces. El problema es cómo probar que alguien de los que estuvieron ahí le puso la cocaína en la bebida", declaró el joven hace un mes al conocer el análisis toxicológico.
