Juliana “Furia” Scaglione no tuvo ni 24 horas de paz en la casa Gran Hermano después de la salida de Catalina. Porque luego de la súper picante eliminación de su ex aliada, la producción incorporó a Coti Romero como participante, para ocupar el lugar que Agostina Spinelli había dejado vacante.
Coti Romero entró a jugar muy fuerte y Furia lo notó desde el primer momento. La rubia no la saludó al llegar a la casa, la ignoró olímpicamente mientras se abrazaba con todos, y la rapada no lo dejó pasar.
“Entra y no me saluda ni me mira... me lo hicieron a propósito, se piensan que soy pelotuda”, se quejó la preparadora física con Emma Vich, en el jardín. Luego, Furia disparó contra la producción, molesta con la novedad: “¿Para qué traen a estos ex Gran Hermano? Hubieran traído a alguien más piola”.
“Ni me miró a los ojos. ¿Para qué traen a esta chica, pobre, que no entiende nada? Es obvio, me hace como desprecio... ¿esa es la jugada?”, siguió Scaglione, crítica con la producción del reality. Sin embargo, la pelada no pudo evitar deslizar su opinión sobre Coti: “Igual, es hermosa, boludo, pensé que era más alta”.
EL EXTRAÑO GESTO DE COTI ROMERO CON FURIA EN EL SILLÓN DE GRAN HERMANO
A minutos de entrar a la casa y después de ningunearla durante un largo rato, Coti se sentó al lado de Furia en el living y tuvo un extraño gesto: le tocó la cabeza rapada y se sonrió, mientras esperaban que hable Gran Hermano.
“¿Me estás tocando el pelo?”, le preguntó Juliana, sorprendida. “Dicen que tocar a un pelado es suerte”, señaló la rubia, y Furia le retrucó: “Tocá para que no te vayas tan rápido. Pero no creo… ¡Está sí sabe jugar!”.