Es necesario ser cuidadoso. Un concepto mal expresado o una palabra de más podrían herir susceptibilidades. Abrir todavía más la grieta, fomentando el debate, pero a la vez enfrentando a los que políticamente caminan por veredas opuestas. El montaje que plantea el año electoral es el de una polarización bien marcada. Más allá de las chances de los espacios intermedios, parecería que tanto en las PASO como en octubre jugarán solamente Boca contra River. Cristina versus Macri, para ser más claros.
Por esa razón, cualquier tipo de apreciación sobre la actualidad económica y social de la Argentina podría dar lugar a diferentes interpretaciones políticas. Sin embargo, la realidad es insoslayable, y refleja un marcado aumento en el índice de desempleo. Por ende, tampoco es para condenar a la horca a aquel que manifiesta su intención de tomar nuevos rumbos e irse al extranjero en busca de oportunidades, pues las estadísticas y el cierre de fábricas y empresas que se ha dado últimamente terminan por avalar su determinación. Y este contexto no contempla exclusivamente al laburante rudimentario.
Es un problema que también vienen padeciendo los famosos, ya que, de lo contrario, una personalidad del espectáculo, como Miguel Angel Solá (69), no hubiera anunciado que regresará en breve a España “por falta de trabajo”. El actor, que protagonizó infinidad de ficciones, brillando en cine, teatro y televisión, avisó que ha tomado la determinación de volver a la madre patria también porque “extraño a mis hijas”, aunque remarcó que no esperaba la debacle de inversiones que afectó a la cultura.
Solá está en pareja desde 2012 con Paula Cancio (34), una joven actriz española con la que además comparte el ámbito laboral y con la que se convirtió en papá por tercera vez, pues además es padre de dos mujeres de su relación con otra española, Blanca Oteyza (54), llamadas Cayetana y María Luz, ambas mayores de edad. Tras disolverse su primer matrimonio, el actor transitó un lapso solo y luego comenzó un romance con Paula, que tiene la mitad de su edad.
Independientemente, cada vez que hablan en público aseguran llevarse muy bien, descartando cualquier diferencia surgida del hecho de haber nacido en camadas tan distantes. De hecho, poco después de iniciar el romance, Miguel Angel y Paula tuvieron a Adriana, que nació en 2013. Desde entonces, aparte de dedicar sus energías a la crianza de la beba, se instalaron en la Argentina por considerar que aquí podrían abrirse puertas actorales importantes.
De entrada tuvieron suerte, pero paulatinamente la industria de la ficción fue entrando en una etapa de recesión. Como la mayoría de los rubros, para ser más exactos. Porque el presente no es el más apropiado para gran parte del pueblo. Y para algunos famosos, parecería que tampoco. "Esperemos que las puertas que abrimos aquí no se cierren", dijo ella a modo de despedida.
