El domingo 5 de mayo, la casa de Gran Hermano tembló como nunca con la violenta pelea de Furia y Mauro y la producción decidió castigar a la jugadora que le hace facturar millones a Telefe con una sanción ejemplar: dejarla en placa durante el resto de su estadía.
De ahora en más, Juliana Scaglione podrá jugar, pero no podrá ser salvada ni por el líder y deberá medirse cada domingo. Una penalidad que la rapada aceptó indignada, y la llevó a despotricar contra productores, al asegurar que desde la llegada del chico de Villa Urquiza que la quieren desestabilizar.
Y luego de la emotiva despedida de Manzana de la casa, mientras algunos hacían la sobremesa en la cocina y después de que Furia amenazara a Darío con un cuchillo, Zoe Bogach alzó su voz y, tímida pero contundente, expresó que estaba de acuerdo con lo sucedido.
“¿Te parece bien la sanción?”, le preguntó Zoe a Virginia, desolada tras la partida de Manzana, horas después de dejar en claro que estaba podrida de jugar contra Furia y que abandonaba el juego porque ganarle era imposible. “Qué sé yo, no sé”, dijo Vir. Y Zoe opinó: “Está bien, sería lo mínimo, antes de echarla”.
EL DESCARGO DE FURIA CONTRA LA DECISIÓN DE GRAN HERMANO DE SANCIONARLA
Tras escuchar la sanción del Big, Furia se plantó con un fuerte descargo. "Mauro llega a esta casa para ver lo que puedo querer a alguien, y después volverme loca, Mauro es un barrilete hijo de re mil, hasta ahí llego con las palabras. Creo que la sanción está mal hecha, las discusiones se hacen de a dos, yo no lo toqué, no lo empujé”, dijo.
Y aclaró: "Yo mi juego no lo pienso perder, ni por él ni por nadie. Creo que de las traiciones, esta es la peor, porque entra en juego mi corazón”. Enojadísima, la rapada se quejó de que la quieren sacar de la competencia de la manera que fuera y dejó en claro que no será nada fácil correrla de su objetivo: ganar la plata.