Pese a exponerse en el programa más visto de la televisión argentina, Santiago del Moro suele tener cierta cautela a la hora de exponer su vida privada. Tanto es así que poco se sabe de cómo inició su romance con María José Sánchez. Sin embargo, con el paso del tiempo ha aflojado y se conocieron más detalles del inicio de su relación.
El amor entre Santiago del Moro y María José Sánchez tiene más de 20 años de vigencia y comenzó a surgir en Tres Algarrobos, un pequeño pueblo ubicado en la provincia de Buenos Aires del cual llegó el conductor con su sueño de saltar a la fama e insertarse en los medios.
Allí, en el partido de Carlos Tejedor, al noroeste de la provincia de Buenos Aires, ambos comenzaron a escribir su historia de amor juntos. Tanto es así, que hay quienes aseguran que ella fue uno de los pilares para acompañarlo en el duro proceso de instalarse en la capital del país.
Teniendo en cuenta que ya son muchos los años de romance, Santiago del Moro habló algunas veces de María José Sánchez y de lo que significa en su vida: "Es la persona más honesta que conozco y su mirada me resulta más que importante. María no tiene el 'qué lindo' o el 'qué bueno' fácil. Es estricta y dura de persuadir. Todo lo que me diga siempre será genuino".
"Yo no podría ser nada si no fuera por ella. Ella no mira mucha tele, no está pendiente de las noticias, no se fija en lo que dicen los portales, no le interesa si alguien me critica. Ella tiene otras prioridades, y juntos formamos un equipo que siempre va para adelante", marcó Santiago del Moro sobre el papel que cumple su pareja en su vida y cómo lo ayuda a impulsarse.
"En mi casa tengo la contención y el amor que necesito. Ese es el secreto. A mi mujer nunca le importó nada y eso me ayudó mucho", reveló en otra entrevista destacando la compañía de María José Sánchez para que su carrera siga en crecimiento.
Lo curioso de este amor, es que jamás decidieron pasar por el altar, por lo que, al ser consultado por La Nación hace un tiempo, Santiago del Moro respondió: "Es una cuestión muy mía. No creo en el casamiento. Nunca me vi en esa foto. Tal vez se relacione con el tener que ser 'el de la fiesta'. Aunque no lo descartaría... Sé que sería súper romántico a la hora de proponerlo, pero finalmente pasaríamos por el registro civil a poner una firma y volveríamos a casa. Eso significaría para mí".