Juliana Furia Scaglione tuvo un despertar en la casa de Gran Hermano luego que ingresara su amiga Rocío. La joven estará con ella participando en todo momento y se volverá una pieza clave para la doble de riesgo.
La emoción de la participante al verla ingresar fue total y, aunque ella no habló demasiado durante su estadía en la casa, es alguien muy importante en su vida. Lo que pocos conocen es su historia, es de qué manera se conocieron y cuál era el contexto.
Su amistad las unió hace relativamente poco, y justo en el peor momento de Furia. Según expresó Rocío, ella apareció cuando su papá estaba muriendo y como estaba muy complicada decidió ayudarla en lo que podía.
"Cuando fallece el papá, ella estaba muy mal de guita y empieza a vender todo lo que puede, para subsistir. Yo le compré un par de cosas para armarme... Ahí pegamos amistad", sostuvo Rocío, quien hace tiempo atrás estuvo hablando en A la Barbarossa.
LA FUERTE AMISTAD DE FURIA Y SU AMIGA FUERA DE GH
Sintiendo una profunda admiración por su amiga, a Rocío jamás la avergonzó su manera de ser. De hecho, poder tenerla 24/7 en la televisión fue un mimo al alma que no se imaginó vivir y que para Juliana era totalmente necesario.
"Es divertida... Es la que yo conocí. Yo digo que es como una serie, el fanático de Gran Hermano prende la tele y todos los días algo hizo Furia que despierta algo, y está buenísimo", expresó Ro, que para Scaglione es una baluarte.
A medida que fueron pasando los días en Gran Hermano, Furia habló muy de ella y la elogió de arriba a abajo: “Les presento a mi amiga, quiero que conozcan a esta mujer que es única. Ella me dice 'decí que tengo 36', a mí lo que me importa no es que tiene 36, sino lo que emana con las mujeres. Ella me mostró a mí, que creo que es lo que tiene más importante, que se puso en su espalda, se cargó un comercio en el cual solo van mujeres a entrenar".