Días atrás, Adabel Guerrero emocionó a todos al visitar el programa ¿Quién quiere ser millonario? junto a su padre, a quien no venía desde hacía muchos años. En una reciente entrevista con Intrusos, la actriz contó detalles de ese emotivo reencuentro.
“¡Basta, no quiero llorar más en tele!”, se quejó Adabel frente a Jorge Rial antes de comenzar su relato. “Cuando vi el programa también lloré porque realmente me emociona mucho, no puedo creer habernos reencontrado. Yo le había hecho la cruz, estaba muy enojada”, explicó.
ADABEL GUERRERO: "ME DOLÍA QUE LOLA PERDIERA LA OPORTUNIDAD DE TENER UN ABUELO, ES RE LINDO TENER UNO QUE TE MIME, QUE TE MALCRÍE, ES UN AMOR ÚNICO".
Y la actriz explicó: “Hacía varios días que estaba muy angustiada y no sabía por qué. Sentía una tristeza gigante y no sabía por qué. Porque tenía a mi familia, había logrado tener a mi hija después de tanto tiempo, estaba bien con Martín. De pronto digo, ´¿por qué estoy triste si tengo todo lo que quiero?´”.
Sobre el impulso que la llevó a contactar a su padre, Adabel analizó: “Claramente hay espacios que están vacíos y que nunca se van a llenar, como el espacio que dejó vacío mi mamá. Me encantaría tenerla, que disfrute de su nieta, que me ayude, el rol de una abuela. Y después pensaba, ´¿por qué no puede estar mi papá acá dándome una mano desde lo emocional, que me ayude a enfrentar mis miedos, que me abrace y me diga que todo va a estar bien?´. Necesitaba el calor de familia”.
Luego, agregó: “Me dolía que Lola perdiera la oportunidad de tener un abuelo, es re lindo tener un abuelo que te mime, que te malcríe, es un amor único. Es irremplazable la familia, por más que sea lo que sea”.
Un día, Adabel logró vencer todo el rencor y el miedo y lo llamó. “Me atendió Ana, la mujer actual de mi viejo. Ella se puso feliz porque mi papá estaba muy triste porque era su último sueño conocer a su nieta. Él pensó que como somos los dos súper orgullosos nunca iba a pasar”.
Finalmente, la actriz se contactó con su padre. “Le mandé un mensaje y le pregunté si quería conocer a su nieta. Y a la semana estaba en casa”, concluyó Adabel con gran emoción.
