Ha transcurrido un tiempo extenso desde que se apagó esa luz, ese sol que iluminaba con su personalidad y su talento. La partida de Romina Yan sigue latente en el inconsciente colectivo, por el legado que forjó con sus dotes actorales y su brillo que imantaba en cada aparición.
Ya transitaron más de catorce años desde ese desenlace y la familia la recuerda a cada instante, como en el caso de su hijo Valentín, que en la actualidad camina por sus veintiún años y con todo el combustible de la pasión por su elección de vida, el automovilismo profesional.
El joven recordó a la hija de Cris Morena en una entrevista con Gente, donde admitió que percibe la presencia de su mamá en diferentes circunstancias de la cotidianidad. Una manera de continuar en comunicación, de sentirla presente en diversos pasos de su vida.
Así, Valentín describió esos episodios sensoriales en lo que se conecta con Romina Yan: "Son señales como puede ser una canción cuando justo estoy pensando en ella o por hacer algo. También me ha pasado algo que capaz parece muy boludo, perdón por la palabra..."
Y también agregó otras circunstancias muy emotivas en la que la piensa: “A mi mamá le gustaba mucho dibujar con las gotas del agua, y si por ahí en medio de una lluvia torrencial distingo una gota muy singular, para mí es como tenerla presente y me hace decir, 'sé que estás acá conmigo'".
En cuanto a su elección por el deporte motor y la conducción de alta competencia, Valentín recreó la opinión que le transmitiría: “Creo que mi vieja estaría con muchísimo miedo, pero no me lo transmitiría porque yo me daría cuenta. Ella sólo me diría: 'Vos podés, tranquilo, hacélo a tu manera, nadie te apura'... Y estaría orgullosa. Eso me pone contento”.
Y para concluir, el hijo de la querida actriz expresó: “Yo sé que ella me apoya desde donde esté y que está conmigo siempre; eso es muy importante a la hora de subirme al auto".