Atentos con Bautista Mascia, el simpático y pintón "Bauti" que poco a poco se fue soltando, fue dejando de ser un "caracol" y si bien todavía es uno de "los bro" empezó a caminar solito, para muchos, rumbo a la final de Gran Hermano.
Sin embargo, ese recorrido rumbo al tramo decisivo no será libre de escollos ni tendrá alfombra roja tendida a su paso. Para nada. Los rivales se volverán cada vez más encarnizados y los "amigos" dejarán de serlo para convertirse en competidores por el mismo premio. El trofeo de campeón, de ganador, la recompensa económica, los mejores contratos y la gloria eterna. Y no sólo ellos se la pondrán difícil: la producción aportará lo suyo.
Ahora, "Gran Hermano" tiró a la cancha una prueba... y Bauti "se compró todos los números" para pasar un momento cuanto menos dificultoso y que podrá a prueba su talento y su paciencia. Sobre todo eso, su capacidad de resistir las exigencias más duras. Lucía y su hermana gemela entraron a la casa con un sobre, y el que lo agarraba debía ver qué tenía adentro.
Bautista y Nicolás -Nicolás Grosman, su gran compañero adentro de la Casa- fueron los "ensobrados" de la ocasión y al abrirlo recibieron una insólita noticia y un potente desafío: ellos también deberán ser gemelos por un día. ¿Que quiere decir eso? Que deberán permanecer atados durante 24 horas, por lo que cada uno tendrá que hacer lo que haga el otro. Más incómodo imposible.
BAUTISTA MASCIA AFRONTARA EL DESAFIO MAS PESADO DE TODO GRAN HERMANO
Así las cosas, si uno quiere cocinar algo, el otro deberá estar ahí junto a él. Lo mismo cuando deseen ir a la cama o en el momento en el que uno tenga la necesidad de ir al baño. Será, sin dudas, una verdadera prueba de supervivencia y de "aguante" mutuo.
En las últimas dos o tres semanas, frente al "agotamiento" que alcanzó el protagonismo incesante de Furia, cierto amesetamiento del Chino Martín Ku y algún desgaste que sufrió la figura de la Virqueen Virginia, las acciones de "Bauti" subieron al calor de su sonrisa, su gentileza, su sencillez, su franqueza y también, por qué no, la desafortunada frase de Virginia que intentó desmerecerlo por uruguayo. Justo que estaba perdiendo las ataduras, ahora va a estar atadito a Nico. Y bue, así es Gran Hermano.