A cuatro años de la muerte de Fernando Báez Sosa, Máximo Thomsen quebró el pacto de silencio con el resto de los condenados y dio una entrevista a Rolando Barbano para Telenoche. Sin embargo, en LAM revelaron una curiosa interna: la nota inicialmente estaba planteada de otra manera.
Así lo contó Ángel de Brito, al explicar que quien iba a entrevistar a Thomsen en vez de Barbano era la periodista Paula Bernini, ya que ella había cubierto el caso desde sus inicios y había estado trabajando para conseguir la nota. Sin embargo, cuando el chico se decidió a hablar, ella no pudo hacerla.
Bernini estaba de vacaciones cuando los abogados del joven, a quien las pericias forenses adjudican la patada en el piso que terminó con la vida de Báez Sosa, le recomendaron que era momento de contar su versión. Y si bien no estuvo para ese mano a mano, sí recibió un mensaje de parte del joven.
"Estaba muy ansioso y decidí no hablar ni contar nada porque no quería sentir presión ni sentirme mal. Hoy hice la entrevista como me había pedido el abogado y ni siquiera pensé en las respuestas ni fui yo mismo", se lee en el chat privado que divulgó El Ejército de LAM. "No te enojes. Sé que todo lo que hiciste fue de buena voluntad", cerró.
QUÉ DICEN LOS GESTOS DE MÁXIMO THOMSEN DURANTE LA ENTREVISTA
Máximo Thomsen rompió en llanto ante Rolando Barbano, dijo que no habían tenido la intención de matar a Fernando, que no fue él quien lo mató y aseguró que no se acordaba bien de los hechos de aquella noche. Sin embargo, el análisis del experto en lenguaje no verbal Hugo Lescano es categórico: Máximo no dice la verdad.
Para Lescano Thomsen recuerda todo porque en un momento lo traiciona un gesto: “Se acuerda perfectamente de lo que hizo. Pero en este reportaje le pareció oportuno, seguramente aconsejado por los abogados, decir que no se acordaba y sacar la lengua en ese instante”.