Desde hace casi dos meses (y como también ocurrió en 2018), se dice que Mariana Fabbiani se está separando de Mariano Chihade, el papá de sus dos hijos, Matilda y Máximo, de 14 y 10 años respectivamente. En aquella oportunidad, ella usó su programa de TV para aclarar los tantos. Hoy elige el silencio, a pesar que los medios no dejan de tocar el tema.
“Se dicen muchas cosas que no son verdad en los medios. Les quiero decir a todos los que me miran que no me estoy separando de Mariano. Nos queremos, nos amamos. Somos padres de Matilda y nuestra vida es nuestra familia”, dijo la conductora de Canal 13, en esas horas, de 2018.
Hoy, ya en América, en los pasillos de Palermo se habla de todo. Y aunque el rumor de separación sigue bajando pese a las pruebas que siguen girando en el ambiente, Fabbiani enfrentó a Paparazzi y le dijo lo suyo.
“No quiero hablar con la cámara. Gracias por la preocupación. No estoy separada. Estoy con mucho trabajo, gracias por preocuparse y preguntar como siempre hacen”, explicó de manera exclusiva, después de su más que polémico mensaje en el día del padre.
Pero Paparazzi investiga, y trae pruebas. “Hoy no es separación, eh. Eso parece que pasó”, dicen las fuentes. Pero el foco del conflicto por el que pelean a diario Fabbiani y el dueño de la productora Mandarina es otro: “El campo laboral los mata. No deberían compartirlo más”, dice esa misma persona.
“Ellos están siempre en conflicto por el programa. Si mide, si gastan, si bajan los números. Mariana tiene algo integral, y no se relaja nunca. No hay acuerdos por panelistas, ni por contenidos. Muchos puntos de desacuerdo", agregan, aunque insisten que esto sería una crisis. “No una separación. Eso ya se terminó”, explican.
Esta sería la segunda separación plena de Fabbiani: después de años de noviazgo con Gastón Portal, en 2003, Mariana se casó por iglesia. Y con una gran fiesta en la que estuvo toda la farándula. En 2005 se separaron de la peor manera, con una división de bienes difícil.
Con Mariano Chihade empezó a salir a fines de 2006, y desde allí volvió a construir un familión que se selló con la llegada de Matilda, en 2010. Y Máximo, en 2014.