No suelta. Todo lo contrario. Han transcurrido varias semanas de su apabullante derrota, de esa eliminación contundente en una votación desigual con Martín Ku. A pesar del tiempo, Furia continúa enajenada, sin posibilidades de analizar la única verdad: la realidad.
La doble de riesgo permanece ofuscada, sin el entendimiento de su sueño malogrado, por eso sale a gritar a los cuatro vientos que Bautista Mascia no es el ganador de la temporada, lo que es un hecho fáctico y concreto. Considera que el reality solo se sustentó en su participación, en su existencia.
Ahora, Juliana Scaglione se enroló en teorías conspirativas, en suposiciones, en meros trascendidos y se le ocurrió acusar a la producción de Gran Hermano de utilizarla, de ejecutar una maniobra espuria e ilegal. Sí, la mediática acaba de gritar que la enviaban a propósito a la placa de nominados todas las semanas.
La mujer que no consiguió acceder ni a las semifinales de la temporada visitó el streaming de Alex Caniggia. En ese contexto muy singular, Furia gritó una denuncia picante contra Gran Hermano: "Iba siempre nominada. No razonaba que yo era billete. Me pusieron en placa porque simplemente era facturar".
FURIA ASEGURÓ QUE GRAN HERMANO LA MANDABA A PLACA PARA FACTURAR DINERO
Envuelta en su vehemencia característica, Furia profundizó en sus dudas sobre la cristalinidad de las votaciones y exclamó: "Cuando salgo me doy cuenta de un montón de cosas que no están copadas. Por ejemplo que mis fanáticos habían gastado 53 millones y que la escribana no salió a dar la cara y ahí está cuando mi hermana hizo su descargo".
Aunque se desligó un poco al utilizar a terceros como creadores de los mensajes, Juliana tiró sobre la mesa el accionar fraudulento de la producción al manifestar: "Por lo que se habla en la calle, la gente grita y me sacude y me dice 'Juli date cuenta, fue fraude'. Pero yo siempre lo que hice fue despertar a los demás".